El diputado conservador Pierre Poilievre ha criticado recientemente el sistema de fianzas actual en Canadá, afirmando que es demasiado laxo y que permite que los delincuentes violentos salgan a la calle con facilidad. Sin embargo, varios abogados han desmentido sus afirmaciones, señalando que el sistema es justo y equilibrado, y que respeta la presunción de inocencia y el derecho a un juicio justo.
Poilievre hizo sus comentarios en una entrevista, donde dijo que el gobierno liberal había “debilitado” el sistema de fianzas y que había “más criminales armados en las calles que nunca”. También se refirió al caso de Kevin Johnston, un activista de extrema derecha acusado de incitar al odio y de amenazar con matar al primer ministro Justin Trudeau. Poilievre dijo que Johnston había sido puesto en libertad bajo fianza “sin condiciones” y que podía seguir publicando vídeos en línea.
Sin embargo, los abogados que han intervenido en el caso de Johnston han aclarado que sí tiene condiciones para su libertad bajo fianza, como no acercarse a Trudeau ni a su familia, no poseer armas de fuego ni explosivos, y no publicar nada relacionado con el primer ministro o con el odio en las redes sociales. Además, han explicado que Johnston tuvo que pagar una fianza de 2.500 dólares y que tiene que presentarse ante el tribunal cada mes.
Los abogados también han defendido el sistema de fianzas actual, que se basa en el principio de que toda persona acusada de un delito es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. Han dicho que el sistema tiene en cuenta varios factores para determinar si una persona debe ser puesta en libertad bajo fianza o no, como la gravedad del delito, los antecedentes penales, el riesgo de fuga o de reincidencia, y la protección del público. Han añadido que el sistema es revisado por los jueces, que tienen la autoridad para imponer las condiciones que consideren necesarias para garantizar la comparecencia del acusado y la seguridad de la sociedad.
Los abogados han calificado las declaraciones de Poilievre de “engañosas” y “alarmistas”, y han dicho que no se basan en la evidencia ni en la realidad. Han afirmado que Poilievre está tratando de aprovecharse del miedo y la ignorancia de la gente para ganar apoyo político, y han instado a la población a informarse mejor sobre el funcionamiento del sistema de justicia penal.