Una abuela canadiense que fue encarcelada en Hong Kong por participar en las protestas prodemocráticas de 2019 ha sido liberada después de cumplir su condena de 10 meses. Alexandra Wong, de 65 años, conocida como “Abuela Wong”, es una de las pocas extranjeras que se unieron a las manifestaciones contra la injerencia de China en el territorio semiautónomo.
Wong fue arrestada en agosto de 2019 por participar en una asamblea ilegal y por posesión de un arma ofensiva, que resultó ser un palo de madera. Wong se declaró culpable y fue sentenciada a 13 meses de prisión, pero se le redujo la pena a 10 meses por buena conducta.
Wong dijo que se involucró en las protestas porque quería defender la libertad y los derechos humanos de Hong Kong, que están siendo amenazados por la ley de seguridad nacional impuesta por Beijing. Wong también dijo que sufrió abusos y maltratos en la cárcel, donde fue aislada y acosada por otras presas.