Actor australiano Julian McMahon fallece a los 56 años

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THE LATIN VOX (5 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Julian McMahon, el actor australiano que dio vida a algunos de los villanos más memorables de la televisión y el cine de las últimas décadas, falleció el miércoles en Florida a los 56 años, tras una lucha privada contra el cáncer.

Su esposa, Kelly Paniagua, confirmó la noticia este viernes, describiéndolo como su “amado esposo” y recordándolo como un hombre que vivía para dar alegría a los demás.

“Julian amaba la vida. Amaba a su familia, a sus amigos, a su trabajo y a sus fans. Su deseo más profundo era llevar alegría a tantas vidas como fuera posible”, escribió Paniagua en un emotivo comunicado.

Del hijo del primer ministro al ícono pop

Nacido en Sídney en 1968, Julian Dana William McMahon era hijo de Sir William “Billy” McMahon, primer ministro de Australia entre 1971 y 1972. Sin embargo, lejos de seguir una carrera política, Julian eligió un camino más excéntrico y artístico.

Comenzó su carrera como modelo en los años 80, y rápidamente pasó a la actuación con un papel protagónico en la popular telenovela australiana Home and Away. Su salto a Hollywood llegó en los años 90, con papeles en series como Another World, Profiler y Will & Grace, pero sería Charmed la serie que lo catapultaría al estrellato internacional.

Allí interpretó a Cole Turner, el seductor asesino mitad humano, mitad demonio, que enamoró (y atormentó) a la bruja Phoebe Halliwell. Su mezcla de atractivo, vulnerabilidad y amenaza lo convirtió en uno de los personajes más icónicos de la serie.

Doctor Doom, cirujano plástico y agente del FBI

McMahon se convirtió en sinónimo de personajes complejos, carismáticos y, a menudo, oscuros. Su papel más recordado quizás sea el del arrogante y encantador cirujano plástico Christian Troy en Nip/Tuck, la provocadora serie de Ryan Murphy que redefinió el drama médico en la televisión.

Con Nip/Tuck, McMahon obtuvo una nominación al Globo de Oro y consolidó su reputación como uno de los actores más versátiles y magnéticos de su generación. Luego encarnó al villano Doctor Doom en las películas de Fantastic Four (2005 y 2007), aportando una intensidad gélida al icónico antagonista de Marvel.

Más recientemente, interpretó al agente especial Jess LaCroix en FBI: Most Wanted, liderando el equipo durante tres temporadas. El productor Dick Wolf describió su muerte como una “noticia impactante” y expresó sus condolencias a la familia.

“Un niño salvaje” con alma de artista

El director australiano Stephan Elliott, quien compartió aulas con McMahon en su juventud, lo recordó como “un niño salvaje que mantenía en vilo a su padre mientras intentaba gobernar un país”. También relató, entre risas, cómo agentes del servicio de inteligencia australiano (ASIO) lo seguían desde la escuela “como en una película de espías”.

Elliott lo dirigió en su última película, Swinging Safari, donde McMahon interpretó una versión exagerada de sus padres. “Nunca se divirtió tanto en un set. Nos hizo llorar de risa en cada toma”, contó.

Amor, familia y legado

Julian McMahon estuvo casado tres veces, incluyendo una breve unión con la cantante australiana Dannii Minogue en 1994. Tuvo una hija con la actriz Brooke Burns y desde 2014 compartía su vida con Paniagua, quien lo acompañó hasta el final.

Sus últimos trabajos incluyeron papeles destacados en producciones como The Residence (Netflix), The Surfer junto a Nicolas Cage, y The Supremes at Earl’s All-You-Can-Eat. Hasta sus últimos días, McMahon seguía demostrando su pasión por el arte y su compromiso con el entretenimiento.

Su partida deja un vacío en la industria, pero también un legado imborrable. Fue un actor que, con una sonrisa enigmática y una presencia magnética, logró hacer de cada villano alguien inolvidable —y de cada personaje, una ventana a la complejidad del alma humana.

Crédito fotográfico: Getty Images.


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