THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
Después de días de negociaciones intensas bajo la mediación de Egipto, Estados Unidos, Qatar y varias potencias árabes, se ha alcanzado un acuerdo de tregua entre Israel y Hamas que entró en vigor el viernes, con el objetivo de abrir paso a una escala masiva de ayuda humanitaria en Gaza. Este lunes marca el tercer día sin bombardeos significativos y el inicio de un plan urgente para revertir condiciones de hambre extrema, devastación y saqueo entre una población civil exhausta.
Bajo los términos pactados, Israel se compromete a permitir el ingreso de hasta 600 camiones de ayuda diarios, que transportarán alimentos, combustible, medicinas, insumos de reconstrucción y gas de cocina —este último ingresó por primera vez desde marzo mientras se efectúa un intercambio de rehenes y prisioneros entre ambos bandos.
Sin embargo, el camino será tortuoso: la destrucción de la infraestructura, las restricciones pendientes, la fragmentación territorial y la resistencia política hacen que el éxito del acuerdo dependa más de la voluntad de cumplimiento que de la letra del tratado.
¿Qué incluye el acuerdo y cómo se implementa?
Pilares del pacto de tregua
- Intercambio de rehenes y prisioneros
Se anticipa que el lunes comience la liberación de unos 48 rehenes israelíes retenidos en Gaza, bajo supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). En paralelo, Israel liberará cerca de 2.000 presos palestinos, incluyendo 250 condenados a cadena perpetua. - Aumento sustancial de ayuda humanitaria
Israel permitirá un flujo controlado de camiones de ayuda que provengan, principalmente, de Egipto y puertos israelíes. La primera ola ya ha ingresado con alimentos, combustible, medicinas y materiales básicos. - Retirada parcial de tropas israelíes
El acuerdo contempla una retirada medida de ciertas posiciones ocupadas en Gaza, especialmente aquellas adyacentes a zonas urbanas densamente pobladas, para aliviar el riesgo sobre civiles. - Supervisión internacional y pasos hacia fases posteriores
Se planea un monitoreo por terceros internacionales, así como la transición gradual hacia una gobernanza civil tecnocrática que asumiría funciones administrativas en Gaza. Las fases siguientes podrían considerar desarme de facciones armadas, reconstrucción y rehabilitación gubernamental.
Primeros avances y evidencias esperanzadoras
- Ingreso de ayuda: ya se han reportado camiones atravesando el cruce de Rafah procedentes de Egipto, con alimentos, tiendas, mantas y otros suministros esenciales para miles de familias desplazadas.
- Gas de cocina: por primera vez en meses, se autorizaron envíos de gas de cocina, vital para evitar crisis alimentarias más profundas.
- Retorno de desplazados: largas caravanas de personas regresan a zonas del norte de Gaza donde el fuego ha cesado, moviéndose por calles devastadas, muchas sin servicios básicos.
- Preparativos médicos: hospitales y clínicas, muchas destruidas o en ruinas, comienzan a recibir equipos y personal para atender urgencias, fracturas y enfermedades exacerbadas por el bloqueo.
- No obstante, ya hay denuncias de cierres de sitios de distribución humanitaria operados por la controvertida Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una entidad respaldada por EE. UU. e Israel, que ha sido acusada de poner en riesgo a quienes acuden a esas zonas bajo fuego controlador.
Desafíos críticos para que la tregua no sea efímera
Infraestructura demolida y logística compleja
Gran parte de la infraestructura de Gaza—puentes, carreteras, hospitales, redes de agua y electricidad—fue destruida o severamente dañada por los meses de bombardeos. Reconstruir y habilitar rutas seguras para ayuda será una tarea monumental en medio de escombros y control militar fragmentado.
Control territorial y acceso seguro
Algunas áreas, como el norte de Gaza, siguen bajo fuerte presencia militar y bloqueo parcial de acceso. Abastecerlas sin nuevos enfrentamientos será un delicado equilibrio entre seguridad y derechos humanos.
Volatilidad política: cumplimiento y rupturas
Un solo episodio de incumplimientoun ataque, una provocación o una demarcación ambigua—puede arrastrar todo el acuerdo de tregua al precipicio y provocar una reanudación del conflicto. Las partes implicadas (Israel, Hamas, actores árabes, mediadores) tendrán que actuar con extrema disciplina política y diplomática.
Financiamiento internacional y coordinación
Para que la ola humanitaria sea sostenida, será necesario un financiamiento masivo y coordinación entre agencias de la ONU, ONG, gobiernos donantes y actores técnicos. Descoordinación o sobreposición de recursos podría generar caos en la entrega de ayuda.
Gobernanza en Gaza post guerra
Más allá de parar los combates, el desafío más complejo es quién gobernará Gaza, bajo qué condiciones y con qué fuerzas armadas posibles. La creación de una autoridad tecnocrática supervisada internacionalmente es una idea planteada, pero aceptarla implica sacrificios de poder político y soberanía local que podrían generar rechazo interno.
Escenarios posibles: de la tregua al futuro de Gaza
- Tregua exitosa y reconstrucción gradual
Si se mantiene la disciplina del pacto, la ayuda fluye sin obstrucciones y los intercambios de rehenes se efectúan con transparencia, Gaza podría iniciar un lento proceso de recuperación acompañado por apoyo internacional. - Tregua parcial con rupturas locales
La tregua puede mantenerse en amplias zonas mientras que algunos sectores experimenten microconfrontaciones o incumplimientos puntuales, que podrían ampliarse si no se controlan. - Reinicio del conflicto y colapso del acuerdo
Si una de las partes viola unilateralmente términos centrales, el acuerdo podría quebrarse y desencadenar una nueva escalada bélica antes de consolidarse. - Trómplin hacia una solución más amplia
En el mejor de los casos, este acuerdo puede ser el punto de partida hacia una solución de dos estados, con un plan de paz mayor, presencia internacional permanente y un eventual reconocimiento pleno de Palestina bajo condiciones negociadas.
El acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamas no es solo una pausa momentánea: es la apuesta más audaz de los últimos años para transformar un conflicto de décadas. La comunidad internacional, las poblaciones afectadas y los actores regionales observan con escepticismo cauteloso. Si este pacto se sostiene, podría marcar un antes y un después en Gaza. Si fracasa, será otro capítulo trágico que reforzará la desesperanza en medio del fuego.
Fuente. www.theglobeandmail.com
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