Acuerdo EE.UU‑Ruanda: Trump logra pacto para trasladar hasta 250 migrantes deportados a África

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THE LATIN VOX (5 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.

Washington y Kigali firman pacto poco conocido pero estratégico

En junio de 2025, EE. UU. y Ruanda firmaron un acuerdo por el cual el país africano aceptará hasta 250 migrantes deportados desde territorio estadounidense, dentro de la estrategia de la administración Trump de trasladar indocumentados a terceros países .

El pacto, cerrado en Kigali, permite a Ruanda evaluar individualmente a los deportados antes de autorizar su entrada. Los deportados no tendrán que permanecer en el país de forma indefinida y podrán abandonar voluntariamente en cualquier momento .

¿Por qué Ruanda? Inversión diplomática frente a críticas

Ruanda, que anteriormente negoció un acuerdo similar con el Reino Unido (cancelado en 2023 por decreto judicial), se muestra ahora voluntaria ante Trump por su experiencia en reintegración social tras el genocidio de 1994 y busca consolidar su perfil internacional .

El portavoz de Ruanda, Yolande Makolo, afirmó que el acuerdo responde a valores nacionales centrados en la rehabilitación y reintegración, todas motivaciones que calificó de altruistas frente al debate de derechos humanos.

Detalles operativos: quiénes, cómo y con qué apoyo

  • Solo acepta personas que ya cumplieron su condena o que no enfrentan cargos activos.
  • No se incluirán violadores de menores ni personas con condenas por delitos sexuales.
  • El gobierno estadounidense proveerá un subsidio económico no revelado, destinado a alojar, entrenar laboralmente y brindar atención médica a los migrantes.

Ruanda reutilizará infraestructura construida para el proyecto del Reino Unido —como hostales y oficinas de recepción en Kigali— para albergar a estos deportados 

Críticas de derechos humanos: expertos advierten riesgos

Organizaciones como Vanguard Africa y analistas de CSIS advierten que enviar deportados a Ruanda puede violar principios de no refoulement y exponerlos a condiciones adversas sin vínculos locales.

El UNHCR y entidades de derechos globales también expresaron preocupación. El gobierno ruandés insiste en que es un país «seguro» y niega las acusaciones de abuso .

Contexto estratégico más amplio

Este convenio se alinea con la política migratoria europea y australiana que externaliza el procesamiento de refugiados a terceros países —como en el caso británico con Ruanda o la «solución del Pacífico» australiana .

Aunque el precedente del Reino Unido fracasó en tribunales británicos entre 2023 y 2024, Washington podría lograr ejecutar esta versión si el sistema judicial estadounidense no la bloquea .

En tanto, el senador demócrata **Tim Kaine anunció iniciativas legislativas para forzar al Senado a exigir informes sobre condiciones de derechos humanos en Ruanda, Costa Rica, Panamá y otros países involucrados en este tipo de deportaciones .

Dilema moral y político

Este acuerdo convierte a Ruanda en un socio audaz para EE. UU., y posiciona a Washington en una estrategia migratoria dura ante su base política más conservadora. Sin embargo, pone en riesgo principios de protección internacional y puede desencadenar debates legales globales sobre la ética de la deportación a terceros países.

Los siguientes pasos a observar serán: la primera lista de deportados enviada desde EE. UU., su llegada a Kigali, el proceso de integración (o salida voluntaria) en Ruanda, y cualquier resultado judicial que cuestione la legalidad de este convenio.

Este pacto tiene implicaciones regionales y globales sobre migración, derechos humanos y diplomacia transnacional en la era Trump.

Fuente: Daphne Psaledakis/Reuters

Foto: Global News


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