Un empleado civil de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP por sus siglas en inglés) que está acusado de revelar secretos de seguridad nacional era considerado un trabajador eficiente y confiable que debía lograr resultados significativos para la organización.
Se trata de Cameron Ortis, quien fue director general de la Unidad Nacional de Inteligencia de la RCMP hasta su arresto en septiembre de 2019. Ortis está acusado de violar la Ley de Seguridad de la Información al comunicar información secreta a una entidad extranjera o terrorista, prepararse para hacerlo, obtener información secreta con intención de comunicarla y abusar de su posición para obtener información secreta.
Según los documentos judiciales, Ortis tenía acceso a información clasificada y sensible de la RCMP y de otras agencias de seguridad e inteligencia canadienses e internacionales. Ortis también participaba en proyectos estratégicos y operativos relacionados con la ciberseguridad, el crimen organizado, el terrorismo y las amenazas extranjeras.
Los documentos revelan que Ortis recibió una evaluación positiva de su desempeño laboral en 2018, un año antes de su arresto. En dicha evaluación, se le reconoció su capacidad para analizar información compleja, elaborar informes claros y precisos, establecer relaciones profesionales y cumplir con los plazos. Además, se le asignaron objetivos ambiciosos para el año fiscal 2019-2020, como liderar el desarrollo e implementación de una estrategia nacional de inteligencia para la RCMP, mejorar la colaboración con otras agencias y socios, y aumentar la capacidad y el rendimiento de su unidad.
Ortis se ha declarado no culpable de los cargos que se le imputan y su juicio está previsto para comenzar en enero de 2022. Si es declarado culpable, podría enfrentarse a una pena máxima de 14 años de prisión.