El 22 de febrero de 2025, Elon Musk, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), envió un correo electrónico a todos los empleados federales solicitando un resumen de sus logros semanales antes de la medianoche del lunes siguiente. Musk advirtió que la falta de respuesta sería interpretada como una renuncia.
Esta directiva generó confusión y resistencia en varias agencias federales. Entidades como el FBI, el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y el Departamento de Salud y Servicios Humanos instruyeron a su personal a no responder al correo hasta recibir más indicaciones. Líderes sindicales y expertos legales cuestionaron la autoridad de Musk para despedir a empleados federales por no cumplir con esta solicitud, argumentando que tales acciones podrían ser ilegales y coercitivas.
El Sindicato Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE) condenó la medida, calificándola de irrespetuosa y amenazando con emprender acciones legales si se producen despidos injustificados. Mientras tanto, algunos funcionarios expresaron su preocupación por la seguridad y confidencialidad de la información solicitada, especialmente en agencias que manejan datos sensibles.
En respuesta a las críticas, Musk defendió su posición en la plataforma X, argumentando que la solicitud es un «control básico de productividad» y cuestionando la oposición de algunas partes del gobierno. Sin embargo, la implementación desordenada de esta directiva ha generado ansiedad e incertidumbre entre los empleados federales, quienes enfrentan mensajes contradictorios sobre cómo proceder.