
En una movida que podría redibujar el panorama policial de la provincia, el gobierno de Alberta ha oficializado la creación de una nueva fuerza policial provincial independiente, bautizada como la Alberta Sheriffs Police Service (ASPS). Este anuncio marca un paso significativo hacia una visión de seguridad pública más centralizada dentro del gobierno provincial, desatando a la vez elogios por su enfoque de “respuestas locales” y fuertes críticas por su potencial costo y superposición con la RCMP.
La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, presentó la iniciativa en Calgary el martes 2 de julio, acompañada del ministro de Seguridad Pública, Mike Ellis. Según ambos, la medida busca dotar a las comunidades rurales de una opción policial alternativa, ante lo que calificaron como una “respuesta inadecuada y lenta” de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), especialmente en áreas menos densamente pobladas.
“Ya no podemos permitir que los tiempos de espera de horas se conviertan en la norma para los residentes rurales. Esta es una cuestión de equidad, eficiencia y soberanía provincial”, afirmó Ellis durante la conferencia.
Como parte central del anuncio, se nombró al ex subcomisario del Servicio de Policía de Calgary, Sat Parhar, como el primer jefe de la Alberta Sheriffs Police Service. Con una carrera de más de dos décadas, Parhar liderará la transición organizacional de más de 600 sheriffs provinciales actuales hacia una entidad con funciones ampliadas, que incluirán desde investigaciones criminales hasta patrullajes fronterizos.
“Es un honor formar parte de este proyecto transformador. Mi enfoque será garantizar que esta fuerza se base en la excelencia operativa, el respeto comunitario y la responsabilidad institucional”, dijo Parhar tras su nombramiento.
¿Qué es la Alberta Sheriffs Police Service?
La ASPS nace de la ampliación y formalización del Alberta Sheriffs Branch, que históricamente ha operado bajo el Ministerio de Justicia con funciones como seguridad judicial, transporte de detenidos, vigilancia vial, y recientemente, tareas en centros urbanos y puntos fronterizos.
A diferencia de una policía tradicional como la RCMP, esta nueva estructura operará como una corporación de la Corona, con autonomía operacional y financiera. Esto permite al gobierno flexibilizar el uso de recursos y diseñar estrategias adaptadas a necesidades locales sin pasar por estructuras federales.
Proyecto de Ley 49: el marco legal del cambio
Este cambio fue habilitado por el Proyecto de Ley 49, aprobado en la legislatura en abril de 2025, que modifica el Public Safety Act para permitir la creación de una fuerza de seguridad provincial con poder policial, y establece la Alberta Police Review Commission, encargada de la supervisión civil, junto con la agencia existente ASIRT, que investiga uso de fuerza letal y abusos policiales.
El proyecto no está exento de controversia. La Asociación Nacional de Miembros de la RCMP, presidida por Brian Sauvé, denunció que esta fuerza duplicará funciones y podría costar a los contribuyentes más de 370 millones de dólares canadienses en gastos de transición, además de perder 170 millones en financiamiento federal asociado a la RCMP.
Costos y controversias
A su vez, la Unión de Empleados Públicos de Alberta (AUPE), que representa a muchos de los actuales sheriffs, expresó su preocupación por las condiciones laborales, la falta de consultas previas, y el riesgo de que la conversión afecte la moral del personal.
“La transición genera un vacío en el sentido de pertenencia. No está claro cómo será la capacitación, la remuneración ni las responsabilidades futuras”, explicó un portavoz sindical.
Impacto local: ¿qué cambia para las comunidades?
Las municipalidades actualmente servidas por la RCMP podrán, si así lo deciden, contratar los servicios de la nueva ASPS. Aunque no se ha impuesto una fecha obligatoria de transición, el gobierno anticipa que varias localidades rurales podrían migrar voluntariamente hacia esta fuerza, especialmente aquellas que han manifestado insatisfacción con la cobertura federal.
Un debate nacional en ciernes
Este movimiento no ocurre en el vacío. En todo Canadá se ha discutido la viabilidad de establecer policías provinciales, especialmente en Columbia Británica, donde se han realizado estudios similares. La experiencia de Ontario y Quebec, únicas provincias con fuerzas propias consolidadas (OPP y Sûreté du Québec), sirve como referencia mixta de eficacia y alto costo.