Alberta reporta un récord de casos activos de COVID-19 por la variante Omicron

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Alberta está experimentando un aumento sin precedentes de casos activos de COVID-19 debido a la rápida propagación de la variante Omicron, que es más contagiosa que las anteriores.

Según el último informe de Alberta Health, hay 34.276 casos activos reportados de COVID-19 en la provincia, aunque el primer ministro Jason Kenney dijo el martes que ese número se basa en las pruebas PCR y que el total real es mucho mayor.

Kenney dijo que se estima que hay entre 100.000 y 150.000 casos activos de COVID-19 en Alberta, y que la mayoría de ellos son de la variante Omicron, que se detectó por primera vez en la provincia el 1 de diciembre.

El aumento de casos ha provocado una gran presión sobre el sistema de salud, que ya estaba al borde del colapso por las olas anteriores de la pandemia. Según el informe de Alberta Health, hay 1.032 personas hospitalizadas por COVID-19, de las cuales 156 están en unidades de cuidados intensivos.

Además, hay 1.110 trabajadores de la salud que están aislados o enfermos por COVID-19, lo que agrava la escasez de personal y afecta a la capacidad de atención.

Para hacer frente a la situación, el gobierno de Alberta ha anunciado una serie de medidas para contener la propagación del virus y proteger el sistema de salud. Entre ellas se encuentran:

  • La ampliación de la campaña de vacunación, incluyendo la oferta de dosis de refuerzo para todos los mayores de 18 años y la vacunación pediátrica para los niños de 5 a 11 años.
  • La implementación de un pasaporte de vacunación, que exigirá a las personas que quieran acceder a ciertos lugares y actividades no esenciales que muestren prueba de vacunación o un resultado negativo de la prueba.
  • La limitación de las reuniones sociales y familiares a un máximo de 10 personas, tanto en interiores como en exteriores, y el uso obligatorio de mascarillas en todos los espacios públicos cerrados y en el transporte público.
  • La suspensión de las clases presenciales en las escuelas primarias y secundarias hasta el 10 de enero, y la recomendación de que las universidades y colegios hagan lo mismo.
  • La reducción del aforo al 50% en los negocios y servicios no esenciales, como restaurantes, bares, gimnasios, cines, teatros, museos y bibliotecas.

Estas medidas estarán vigentes hasta el 31 de enero, pero podrían ser revisadas según la evolución de la situación epidemiológica.

El primer ministro Kenney reconoció que las medidas son duras y afectarán a la economía y a la vida de los albertanos, pero dijo que son necesarias para evitar un desastre sanitario y salvar vidas.

“Estamos ante una emergencia sin precedentes que requiere una respuesta sin precedentes”, dijo Kenney. “Les pido a todos los albertanos que se unan y hagan su parte para superar esta crisis”.


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