Viajar en avión puede ser una experiencia estresante para cualquiera, pero especialmente para las personas que viven con demencia y sus cuidadores. La demencia es un término que describe un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales. Actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, y se espera que esta cifra aumente a medida que la población envejece.
Para hacer que volar sea más accesible y cómodo para las personas con demencia, algunos aeropuertos han implementado iniciativas de capacitación y concientización para su personal y sus socios. Por ejemplo, el Aeropuerto Internacional de Vancouver ofrece un programa llamado “Fly Well”, que brinda información y consejos sobre cómo viajar con demencia a los pasajeros, sus familias y los empleados del aeropuerto. El programa también incluye una guía en línea, un video educativo y una tarjeta de identificación que los pasajeros pueden usar para solicitar asistencia adicional.
Otro ejemplo es el Aeropuerto Internacional de Toronto Pearson, que se ha asociado con la Sociedad de Alzheimer de Canadá para ofrecer un taller de capacitación llamado “Dementia Friends”, que enseña a los participantes sobre los signos, síntomas y desafíos de la demencia, así como las formas de comunicarse y apoyar a las personas afectadas. El taller está dirigido a los empleados del aeropuerto, las aerolíneas, la seguridad y los servicios de transporte.
Estas iniciativas tienen como objetivo mejorar la experiencia de viaje de las personas con demencia y sus cuidadores, reduciendo el estrés, la ansiedad y el riesgo de confusión o pérdida. También buscan promover una mayor comprensión y empatía hacia las personas con demencia por parte del público en general y del personal del aeropuerto. Al hacer que volar sea más inclusivo para las personas con demencia, se les brinda la oportunidad de mantener su independencia, su dignidad y su calidad de vida.