El Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá (CSIS, por sus siglas en inglés) es la principal agencia de inteligencia nacional del país. Su función es recopilar, analizar, informar y difundir información sobre amenazas a la seguridad nacional de Canadá, y realizar operaciones, encubiertas y abiertas, dentro y fuera de Canadá.
El CSIS se creó en 1984, tras las recomendaciones de una comisión que investigó las actividades ilegales del Servicio de Seguridad de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus siglas en inglés), el predecesor del CSIS.
El CSIS está dirigido por un director, que actualmente es David Vigneault, y depende del ministro de Seguridad Pública. El CSIS también está sujeto a la supervisión de la Agencia de Revisión de Seguridad e Inteligencia Nacional y del Tribunal Federal.
El CSIS se ocupa principalmente de combatir las actividades de diversas agencias de inteligencia extranjeras que operan en Canadá, así como de investigar el espionaje económico, el terrorismo, la subversión y el sabotaje.
El CSIS ha sido objeto de varias controversias y críticas por sus prácticas y políticas. Recientemente, se han presentado varias demandas contra el CSIS por parte de empleados actuales y anteriores que alegan haber sufrido agresión sexual, acoso, discriminación y represalias en el lugar de trabajo.
Estas demandas han puesto de relieve la cultura tóxica y el machismo que, según se afirma, prevalecen en el CSIS, así como la falta de mecanismos adecuados para denunciar y resolver las quejas internas.
El director del CSIS ha reconocido que la agencia tiene problemas de cultura y clima laboral, y ha prometido tomar medidas para mejorar la situación y restaurar la confianza del público y del personal.
Sin embargo, algunos expertos y observadores han cuestionado la capacidad y la voluntad del CSIS para abordar estos problemas de forma efectiva y transparente, y han pedido una mayor rendición de cuentas y supervisión externa de la agencia.