Amazon, el gigante del comercio electrónico, anunció el lunes que despedirá a cientos de empleados de su división de Alexa, el asistente virtual que funciona con inteligencia artificial (IA). La medida se debe a que la empresa quiere reorientar sus recursos hacia proyectos de IA más ambiciosos y rentables.
Según un portavoz de Amazon, los despidos afectarán a menos del 1% de la plantilla de Alexa, que cuenta con más de 50.000 trabajadores en todo el mundo. El portavoz dijo que se trata de una reorganización rutinaria que busca optimizar el rendimiento de la división y alinearla con las prioridades estratégicas de la compañía.
Alexa es uno de los productos más populares de Amazon, que se integra en dispositivos como los altavoces inteligentes Echo, los televisores Fire TV y los teléfonos móviles. Sin embargo, la empresa enfrenta una fuerte competencia de otros gigantes tecnológicos como Google, Apple y Microsoft, que también ofrecen sus propios asistentes virtuales.
Amazon quiere invertir más en proyectos de IA que le permitan mejorar la experiencia de sus clientes y generar más ingresos. Algunos de estos proyectos son el desarrollo de un sistema de conducción autónoma para sus vehículos de reparto, la creación de un servicio de salud digital basado en la voz y el análisis de datos, y la expansión de su plataforma de computación en la nube AWS, que es líder en el mercado.
Los despidos de Amazon se suman a los de otras empresas tecnológicas que han reducido sus plantillas en los últimos meses debido a la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19. Entre ellas se encuentran Facebook, que anunció el recorte de más de 11.000 empleos en enero, y Uber, que eliminó más de 6.000 puestos de trabajo en 2022.