
THE LATIN VOX (31 de Octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
¿Qué está pasando en Amazon?
Amazon anunció recientemente la eliminación de aproximadamente 14 000 puestos de trabajo en su división corporativa su mayor recorte desde 2022, pero lo más llamativo es la razón que dio su consejero delegado, Andy Jassy: no se trata de recortar costes ni de eliminar puestos ante la llegada de la inteligencia artificial, sino de transformar la “cultura interna” de la compañía.
“El anuncio que hicimos hace unos días **no fue realmente impulsado por finanzas, y ni siquiera por IA al menos por ahora. Es cultura”, dijo Jassy.
Estas declaraciones marcan un giro en el discurso habitual de los grandes gigantes tecnológicos, que suelen justificar las reestructuraciones por motivos de eficiencia, automatización o crisis económicas.
El contexto del recorte
- A pesar de estar en un periodo de desempeño financiero sólido, Amazon decidió aplicar este recorte en pleno crecimiento. Según informes, los costes de indemnización de este recorte rondarían los 1.800 millones de dólares.
- La compañía sostiene que el crecimiento acelerado de los últimos años generó “muchas capas” organizativas, lo cual ralentiza la toma de decisiones, debilita el sentido de propiedad de los equipos y puede frenar la innovación. Jassy señaló que, sin darse cuenta, “podías debilitar la propiedad de las personas que hacen el trabajo real y ello puede ralentizarte”.
- Amazon se suma al grupo de empresas tecnológicas que implementan lo que algunos analistas llaman la “Gran Reducción de Capas” (“Great Flattening”), un movimiento para simplificar jerarquías, reducir burocracia y acelerar los procesos.
¿Qué quiere decir “cultura” para Amazon?
La referencia de Amazon al recorte “por cultura” implica varios elementos:
- Mayor exigencia de desempeño: la empresa quiere establecer estándares más altos y asegurarse de que los empleados “encajan” en sus valores de rapidez, iniciativa y propiedad del trabajo.
- Eliminación de burocracia y capas intermedias: la estructura organizativa se veía como lenta, con demasiados niveles de gerencia que retrasaban decisiones y complicaban la ejecución.
- Orientación hacia “lo que importa”: Jassy enfatizó que los recursos de la empresa deben redirigirse hacia sus apuestas más importantes incluyendo, aunque no exclusivamente ahora, la inteligencia artificial, lo cual exige “menos de lo que distrae” y “más de lo que impulsa”.
- Cambiar el sentido de pertenencia: la compañía habla de que algunas personas ya no encajan en su “cultura de alto rendimiento”, lo que justificaría su salida antes que otras métricas tradicionales (como coste o rendimiento financiero).
¿Por qué este cambio ahora?
- La presión competitiva en el sector tecnológico continúa siendo feroz: Amazon ha de responder no sólo a rivales tradicionales, sino también a compañías emergentes, cambios en la IA, en la logística, en ventas online y en la nube.
- Tras los recortes masivos de 2022 (27 000 empleos), Amazon aún estaba ajustando su estructura; este nuevo recorte indica que el ajuste no sólo era de costes, sino de organización para escalar hacia el futuro.
- En un mundo donde los inversores y analistas esperan crecimiento acelerado, dividendos y expansión en IA, reducir capas y redefinir la cultura puede entenderse como apostar por ser más eficientes, más rápidos y más ágiles frente a los cambios.
- También podría interpretarse como una señal hacia los empleados y el mercado: Amazon no tolerará la complacencia, tampoco estructuras que anteponen la jerarquía a la acción.
Implicaciones para empleados, industria y mercado
Para los empleados
- Afectados: los 14 000 empleos eliminados representan empleados de oficinas (“white-collar”) más que de operaciones de almacén. Según Investopedia, ese recorte podría llegar a 30 000 conforme avanza el plan de reorganización.
- Indemnizaciones y transición: Amazon ha señalado que ofrece hasta 90 días para que el personal afectado explore otras posiciones dentro de la empresa, lo cual podría reducir impactos individuales negativos.
- Para los que permanecen: debe quedar claro que la presión de “rendimiento cultural” aumentará; puede significar evaluación más frecuente, menos margen para errores, más visibilidad de resultados.
Para la industria tecnológica
- Datos similares: otras grandes tecnológicas como Google (Alphabet) o Microsoft también están recortando niveles de gerencia o reduciendo personal en áreas menos estratégicas. Amazon refuerza que “la cultura” será el siguiente campo de batalla de la batalla corporativa.
- Modelo de negocio: este enfoque sugiere que las empresas convienen que la ventaja competitiva futura no solo estará en el producto o la tecnología, sino en la velocidad de ejecución, la adaptabilidad y la agilidad organizativa.
Para los mercados e inversores
- Reacción bursátil: tras el anuncio, las acciones de Amazon subieron más de 5 % en el mercado after-hours, interpretándose como una señal de que la empresa apuesta por eficiencia y crecimiento.
- Riesgos: La apuesta de redefinir cultura es más difícil de medir que recortar costes; los inversores tendrán que vigilar si esta reorganización genera los resultados prometidos o si se convierte en excusa para recortes sin visión estratégica.
- Horizonte: Esta noticia refuerza la narrativa de que la “economía de talento” está cambiando: no es sólo tener talento, sino tener el talento que encaje, que rinda, que se adapte y que trabaje rápido.
¿Qué sigue? Escenarios posibles
- Escenario optimista: La reorganización produce eficacia, Amazon introduce nuevos productos, acelera la implementación de IA, y crece más rápido que sus rivales gracias a una estructura más ligera.
- Escenario cauteloso: La reducción genera ahorros y matices positivos, pero la cultura “más exigente” también produce fuga de talento, menor motivación y mayor desgaste de los empleados.
- Escenario crítico: Si la cultura se impone excesivamente sin equilibrio humano, Amazon podría enfrentarse a rotación de empleados clave, reputación negativa y falta de innovación, lo cual afectaría su crecimiento a mediano plazo.
El anuncio de 14 000 despidos por motivos de “cultura” en Amazon representa un cambio de paradigma en cómo las grandes compañías tecnológicas interpretan las reestructuraciones: ya no es solo recortar por costes o automatizar por IA, es cambiar por dentro para ganar rapidez, adaptabilidad y propiedad del trabajo.
Para Amazon, la pregunta ya no es únicamente “cómo ganamos más”, sino “cómo nos organizamos mejor”. En un entorno que se mueve rápido –innovación, competencia, talento la cultura corporativa se convierte en un activo estratégico.
El éxito de esta apuesta dependerá de si la empresa logra equilibrar exigencia con sostenibilidad humana, estructura con creatividad, velocidad con retención de talento. Porque cambiar la cultura no es solo cambiar la org-chart, es cambiar la manera de trabajar. Y eso, en la era tecnológica, puede hacer la diferencia.
Fuente: www.ctvnews.ca
Foto: Google fotos