El panorama político en Canadá ha experimentado un giro inesperado debido a las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que sugiere imponer aranceles a productos canadienses e incluso plantea la posibilidad de anexar el país como el “51º estado” de EE.UU. Estas amenazas han generado un aumento en el sentimiento nacionalista dentro de Canadá, beneficiando al Partido Liberal, que anteriormente se encontraba en una situación desfavorable en las encuestas.
Según los últimos sondeos, el apoyo a los liberales ha subido al 38%, acercándose al 36% del Partido Conservador. Esta recuperación se debe en gran parte a la reacción negativa de la población canadiense ante la postura de Trump, lo que ha llevado a los votantes a respaldar a un partido que defienda la soberanía del país.
Este repunte ocurre en un momento crucial para el Partido Liberal, ya que el primer ministro Justin Trudeau anunció su renuncia y el partido se encuentra en proceso de elegir un nuevo líder. Entre los principales candidatos destacan Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá, y la actual vice primera ministra, Chrystia Freeland, ambos con una postura firme contra la retórica de Trump.
Los analistas políticos sugieren que el Partido Liberal podría aprovechar este impulso para convocar elecciones anticipadas y así capitalizar el rechazo a las políticas de Trump entre los votantes canadienses. Sin embargo, el Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, sigue siendo un fuerte contendiente y ha criticado la gestión económica de los liberales.
A medida que se acerca la fecha clave del 9 de marzo, cuando los liberales elegirán a su nuevo líder, el país sigue atento a la evolución del escenario político y al impacto que las acciones de Trump puedan tener en la relación bilateral entre Canadá y Estados Unidos.