Análisis: Controversia entre los líderes provinciales de Canadá ante las amenazas arancelarias de Trump

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THE LATIN VOX (15 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Menos de una semana antes de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, los líderes provinciales de Canadá se encuentran profundamente divididos sobre cómo responder a las amenazas de aranceles que podrían alterar radicalmente la relación comercial entre ambos países.

En un contexto de incertidumbre, los políticos canadienses están manejando esta crisis de maneras muy diversas, lo que refleja las complejas dinámicas internas del país.

El gobierno de Justin Trudeau ha mantenido un perfil bajo, con pocos anuncios sobre los pasos a seguir. Mientras tanto, los primeros ministros provinciales, conscientes del daño económico que los aranceles podrían causar, han comenzado a actuar por su cuenta. Esta falta de una respuesta unificada ha dado lugar a una serie de medidas que van desde la conciliación hasta la retaliación directa.

Tensión creciente entre las provincias

La premier de Alberta, Danielle Smith, fue la primera en reunirse con Trump desde que el presidente electo lanzó sus amenazas de imponer un arancel del 25% a todos los productos canadienses. En su encuentro en Mar-a-Lago, Smith esperaba obtener garantías de que se eximiría al petróleo canadiense de los nuevos impuestos, dado que su provincia exporta 3.5 millones de barriles diarios a Estados Unidos. Sin embargo, regresó a casa sin promesas de flexibilización por parte de la administración entrante.

A pesar de la tensión, Smith ha advertido en contra de una postura de represalia, considerando que cualquier medida de represalia, como un embargo energético, acabaría perjudicando a Canadá más que a Estados Unidos. «Te terminas perjudicando a ti mismo al intentar responder con represalias», dijo la premier.

Por el contrario, Doug Ford, primer ministro de Ontario, ha sugerido que su provincia podría cortar las exportaciones de electricidad a Estados Unidos o incluso detener la compra de licor estadounidense, con el objetivo de hacer sentir el “dolor” económico a los estadounidenses si Trump decide implementar los aranceles. Ford advirtió que los empleos de Ontario podrían verse gravemente afectados por las medidas de Trump, con pérdidas que podrían alcanzar los 500,000 puestos de trabajo.

Desacuerdos sobre la respuesta nacional

Mientras que algunos líderes provinciales, como Scott Moe de Saskatchewan, apoyan la postura moderada de Smith, otros como Ford consideran que una respuesta fuerte es necesaria. Moe coincidió con Smith al señalar que las represalias generarían una división aún mayor en Canadá.

Sin embargo, Ford no estuvo de acuerdo, argumentando que Smith no habla por todo el país. «Eso es Danielle Smith, ella habla por Alberta… Yo hablo por Ontario, que se verá mucho más afectada», declaró Ford, dejando en claro la disparidad de intereses entre las provincias.

Este desacuerdo subraya la dificultad de lograr una respuesta unificada en Canadá frente a la amenaza de Trump. La falta de consenso no solo pone en riesgo la armonía interna del país, sino que también debilita la estrategia de «Team Canada» que históricamente ha buscado mostrar una frente común ante los desafíos externos.

Un país dividido ante la amenaza arancelaria

El líder del Partido Nuevo Democrático (NPD), Jagmeet Singh, ha propuesto que Canadá debería bloquear las exportaciones de minerales críticos, como el litio y el potasio, a Estados Unidos para contrarrestar las posibles tarifas de Trump. Singh sugiere que si Trump decide librar una guerra comercial con Canadá, el país debe asegurarse de que los estadounidenses también sientan las consecuencias económicas de sus decisiones.

Además, el ex primer ministro canadiense, Stephen Harper, quien ha intervenido en el debate, ha criticado la retórica de Trump, calificándola como incompatible con la de un «amigo, socio y aliado». Harper ha señalado que, aunque Canadá tiene un modesto superávit comercial con Estados Unidos, gran parte de este se debe a que el país vende petróleo y gas a los estadounidenses a precios por debajo del valor de mercado mundial. De hecho, Harper sugirió que Canadá podría considerar vender su petróleo a otros mercados si Trump continúa con sus políticas comerciales agresivas.

Conclusión: ¿Una respuesta unificada ante el desafío de Trump?

A medida que las amenazas de aranceles de Trump se intensifican, la división entre los líderes provinciales de Canadá plantea serias dudas sobre la capacidad del país para responder de manera unificada. Mientras algunos abogan por la conciliación y evitan represalias que podrían dañarse a sí mismos, otros consideran que es fundamental adoptar una postura más agresiva para proteger los intereses de sus provincias.

La falta de una estrategia común y clara podría debilitar la posición de Canadá ante Estados Unidos, lo que abre la puerta a una mayor incertidumbre económica y política. En este contexto, la pregunta fundamental es si Canadá podrá encontrar un equilibrio entre proteger sus intereses nacionales y mantener una relación constructiva con su principal socio comercial, o si la división interna terminará por dejar al país vulnerable ante las decisiones de la nueva administración estadounidense.

Crédito fotográfico: The Canadian Press/Le Devoir photos


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