THE LATIN VOX (2 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Con solo cuatro días restantes hasta el día de las elecciones, los pobres datos de empleo publicados recientemente podrían haber llegado en un momento más inoportuno para Kamala Harris. La economía más grande del mundo solo añadió 12,000 nuevos empleos en octubre, un resultado que, aunque puede explicarse por factores temporales, deja al equipo de Harris en una posición precaria en una carrera reñida por la Casa Blanca.
Los expertos apuntan a eventos especiales que contribuyeron a estas cifras, como los severos huracanes Helene y Milton, que azotaron EE. UU. el mes pasado. Estos fenómenos naturales provocaron despidos temporales, lo que llevó a una estimación de pérdida de entre 20,000 y 50,000 empleados en nómina. Además, el empleo en la industria manufacturera cayó en 46,000, en gran parte debido a una huelga en el gigante aeroespacial Boeing.
Sin embargo, estas explicaciones no alivian la presión sobre el equipo de Harris en un momento crítico. A pesar de los huracanes y la huelga de Boeing, los datos de empleo resultaron ser decepcionantes. Los analistas, que ya estaban al tanto de los factores especiales, esperaban que el crecimiento del empleo disminuyera de los 254,000 puestos de trabajo creados en septiembre a 113,000 en octubre.
Bradley Saunders, de la consultora Capital Economics, comentó: “Teniendo en cuenta todas las circunstancias, sospechamos que el límite superior para los impactos fue de alrededor de 90,000, lo que significa que, sin esos factores, las nóminas solo habrían aumentado en un decepcionante 102,000”.
Además, el crecimiento del empleo para agosto y septiembre fue revisado a la baja en un total de 112,000 puestos en esos dos meses, lo que sugiere que la demanda de mano de obra se ha debilitado en un momento crucial.
Quienes tienen memoria histórica recordarán algo similar que ocurrió en el Reino Unido durante las elecciones de 1970, cuando los datos comerciales mensuales desfavorables afectaron el clima en los últimos días de la campaña. Al igual que en EE. UU., había razones para el deterioro repentino en el déficit comercial británico, pero los conservadores capitalizaron esos datos como evidencia de una economía que no estaba funcionando, lo que les permitió ganar unas elecciones que muchos pronósticos predecían perder.
Ahora, Harris puede esperar que Donald Trump utilice las cifras de empleo en sus ataques durante los últimos días de campaña. A pesar de ser, con diferencia, la economía del G7 que mejor se ha comportado desde la pandemia, muchos votantes estadounidenses se sienten peor debido al aumento en el costo de vida. Con factores especiales o no, las débiles cifras de empleo no harán nada para contrarrestar esa impresión, lo que podría costarle caro a Harris en las urnas.
Crédito fotográfico: MSC/Kuhlmann via Wikimedia Commons