THE LATIN VOX (9 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La insistente atención de Donald Trump sobre Groenlandia ha tomado un giro sorprendente en los últimos días, despertando una controversia internacional.
Horas después de que su hijo, Donald Trump Jr., llegara a la capital groenlandesa, Nuuk, en un avión de marca Trump, el presidente electo de EE.UU. ofreció una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, Florida, donde no descartó el uso de la fuerza militar para anexar la isla al territorio estadounidense.
Además, amenazó con imponer aranceles «muy altos» a Dinamarca, el país al que Groenlandia sigue vinculada como territorio autónomo, si se interponía en sus planes.
¿Por qué Groenlandia es tan importante para Trump?
La fascinación de Trump por Groenlandia no es nueva. Ya en 2019, el entonces presidente de EE.UU. había expresado su interés en comprar la vasta isla, describiéndolo como «un gran negocio inmobiliario».
Según Trump, el control de Groenlandia, junto con el Canal de Panamá, es crucial para la «seguridad económica» de Estados Unidos, y ha declarado que la posesión de este territorio es «una necesidad absoluta». La riqueza natural de Groenlandia, que incluye grandes cantidades de petróleo, gas y materiales esenciales para la tecnología verde, ha atraído la atención de diversas naciones, incluyendo China, que domina la producción mundial de tierras raras y ha amenazado con restringir la exportación de minerales críticos.
Además de sus recursos naturales, Groenlandia tiene una ubicación estratégica entre Estados Unidos y Rusia, lo que la convierte en un punto clave en términos de defensa.
Con el deshielo acelerado de los glaciares y las enormes capas de hielo de la isla, se están abriendo nuevas rutas comerciales y oportunidades para la extracción de minerales como el cobre, el litio, el cobalto y el níquel.
La desaparición del hielo del Ártico también ha abierto alternativas a las rutas comerciales tradicionales, como el Canal de Suez, acortando el viaje entre Europa Occidental y Asia Oriental casi a la mitad. China y Rusia ya han acordado colaborar en el desarrollo de estas nuevas rutas, lo que subraya la importancia geopolítica de la región.
El papel de Dinamarca y las tensiones con Groenlandia
La historia de Groenlandia con Dinamarca es compleja y está marcada por una larga relación de colonización. Aunque los pueblos inuit habitan la isla desde hace miles de años, fue en 1721 cuando comenzó la colonización moderna bajo Dinamarca-Noruega.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Dinamarca fue ocupada por Alemania, Groenlandia estuvo bajo control de Estados Unidos, y fue devuelta a Dinamarca en 1945.
En 1953, Groenlandia se convirtió en parte del reino de Dinamarca, y en 1979 obtuvo un gobierno autónomo, aunque Dinamarca sigue controlando la política exterior y de seguridad del territorio.
En los últimos años, ha crecido la demanda de independencia en la isla. En respuesta a las últimas tensiones, el primer ministro groenlandés, Múte Egede, ha intensificado sus llamados a la independencia, anunciando que en su discurso de Año Nuevo que quería liberar a Groenlandia de «las cadenas del colonialismo» y definir su propio futuro. Sin embargo, Egede no mencionó a Estados Unidos en su intervención.
¿Qué piensan Dinamarca y Groenlandia de los avances de Trump?
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, fue clara al afirmar que Groenlandia «no está en venta». En una declaración a la cadena TV2, sostuvo que «desde la perspectiva del gobierno danés, Groenlandia le pertenece a los groenlandeses».
De manera similar, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, también expresó que la isla no está en venta. En respuesta a la visita de Trump Jr., Egede reafirmó: «Déjenme repetirlo: Groenlandia le pertenece a los groenlandeses. Nuestro futuro y nuestra lucha por la independencia es asunto nuestro». Añadió que, aunque otros puedan tener opiniones, Groenlandia no debe caer en la «histeria» ni en señalar a otros.
El rechazo de Egede a una reunión planificada con el rey danés Federico, que más tarde fue reprogramada, fue interpretado por algunos como un desaire embarazoso a Trump. Por otro lado, la presentación del nuevo escudo de armas real danés, que destaca más prominente las autonomías de Groenlandia y las Islas Feroe, fue vista por algunos como una respuesta diplomática a las amenazas de Trump.
El futuro incierto de Groenlandia
El interés de Trump por Groenlandia pone de manifiesto la creciente competencia geopolítica por los recursos del Ártico y las rutas comerciales emergentes.
Si bien Estados Unidos ya tiene una base militar importante en la isla, la perspectiva de su anexión es altamente controvertida y ha provocado una serie de reacciones tanto en Dinamarca como en Groenlandia. La comunidad internacional sigue de cerca los movimientos de Trump, mientras que Groenlandia se enfrenta a un dilema entre su deseo de independencia y los avances de potencias extranjeras.
En medio de estas tensiones, la voz del pueblo groenlandés es clave. Con una creciente demanda de autonomía y un futuro incierto, la isla se encuentra en una encrucijada geopolítica, y la comunidad internacional debe estar atenta a los próximos capítulos de esta compleja saga.
Crédito fotográfico: CNN