
THE LATIN VOX (11 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
A medida que la guerra en Ucrania se prolonga, las conversaciones internacionales sobre su reconstrucción empiezan a ver la sombra de una posible división territorial.
Las crecientes tensiones y ataques rusos, incluidos los incesantes bombardeos con drones, han puesto de manifiesto no solo la magnitud de los daños físicos, sino también los desafíos políticos y económicos que acompañan los planes de reconstrucción.
En la cuarta conferencia de reconstrucción en Roma, los líderes europeos enfrentan una incógnita: ¿cómo será el futuro de Ucrania si, al final, se ven obligados a ceder territorios bajo un acuerdo de paz?
La reunión, que contó con la participación del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, la canciller alemana Friedrich Merz, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, se celebró en un momento crítico.
La guerra en Ucrania ha dejado al país al borde de la ruina económica, mientras los ataques rusos, sobre todo con drones de largo alcance, se han intensificado en los últimos días. Si bien el objetivo de la conferencia era incentivar la inversión privada a largo plazo, el debate sobre la división territorial y los costos derivados de una posible cesión de tierras ha oscurecido las conversaciones.
El futuro de Ucrania: División territorial y reparaciones económicas
La principal preocupación que subyace a las discusiones sobre la reconstrucción es la posibilidad de que Ucrania se vea obligada a ceder regiones clave a Rusia como parte de un acuerdo de paz.
Un informe reciente ha subrayado que, si Ucrania acepta perder el control de territorios como Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson, la reconstrucción de esas áreas recaería principalmente sobre Rusia, lo que podría suponer un costo cercano a los 200 mil millones de dólares.
Según el Instituto de Estudios Políticos Internacionales (ISPI), las regiones controladas en gran parte por Rusia representarían una fracción significativa de los costos de reconstrucción de Ucrania.
Se estima que estos territorios acumulan el 66% de los daños directos y el 47% del costo total de la recuperación y reconstrucción, lo que eleva las necesidades de inversión en estos territorios a 188 mil millones de dólares.
Si Ucrania decide ceder estos territorios a cambio de la paz, sería plausible que Rusia tuviera que hacerse cargo de una parte sustancial de estos costos, aunque aún no se ha alcanzado consenso sobre esta posibilidad.
Para los organizadores de la conferencia, este panorama representa un desafío aún mayor, ya que debe equilibrarse la reconstrucción de las áreas liberadas y la recuperación de una economía devastada por años de conflicto.
Además, la recuperación a largo plazo de Ucrania requiere, según el Banco Mundial, una inversión de al menos 524 mil millones de dólares en un plan de recuperación de diez años (2025-2035), que debe abarcar todos los sectores de la economía, desde la infraestructura energética hasta la vivienda.
La amenaza de los ataques con drones y la crisis económica
Mientras los líderes europeos se reúnen en Roma para hablar sobre la reconstrucción, la situación sobre el terreno sigue empeorando. Las interminables oleadas de ataques rusos con drones han devastado áreas clave de la infraestructura ucraniana, sobre todo en la capital, Kiev.
Zelenskyy advirtió en la conferencia que, pocas horas antes de la reunión, la capital ucraniana había sido atacada de manera masiva por fuerzas rusas.
Friedrich Merz, líder alemán que asistió a la conferencia, condenó estos ataques, que describió como “terrorismo contra la población civil” y enfatizó que, más allá de la guerra contra los objetivos militares, Rusia está utilizando estas tácticas para generar caos entre la población civil.
Merz hizo un llamado a la comunidad internacional para aumentar la presión sobre Putin, en particular, instando a Eslovaquia a levantar su veto sobre el paquete 18 de sanciones de la UE contra Rusia.
Por otro lado, la economía de Ucrania sigue siendo una de las mayores víctimas de la guerra. El gasto bélico está disparando la inflación, que recientemente alcanzó un 15%, y la actividad económica se ha desacelerado considerablemente debido a la destrucción de la infraestructura industrial.
El Banco Mundial ha revisado sus previsiones de crecimiento, reduciendo la estimación para este año a solo un 2%, un golpe devastador para un país que lucha por mantenerse a flote.
La desconfianza en los planes de reconstrucción
A pesar de los esfuerzos internacionales, la frustración es palpable entre los analistas. Las conferencias de reconstrucción celebradas hasta ahora han sido criticadas por no generar resultados tangibles.
Kurt Volker, exembajador de Estados Unidos en Ucrania, expresó su desconfianza en un artículo reciente, donde señaló que estas reuniones “han reunido a miles de expertos y producido grandes ideas, pero sin resultados concretos”.
A juicio de Volker, una verdadera estrategia para la recuperación económica de Ucrania aún no ha sido elaborada, y los esfuerzos hasta ahora se han centrado en la ayuda humanitaria y el apoyo presupuestario, más que en un plan integral para la revitalización económica del país.
Volker sugirió que se debería establecer un organismo permanente para impulsar la inversión del sector privado, el cual, a su juicio, es crucial para el éxito de cualquier plan de reconstrucción a largo plazo. Sin una estrategia sólida y un seguimiento efectivo, la reconstrucción de Ucrania corre el riesgo de ser una serie de promesas vacías, sin un cambio real en el terreno.
El camino por delante
Si bien la conferencia de Roma fue un paso importante en el proceso de reconstrucción, las sombras de la división territorial y la falta de un enfoque claro sobre la financiación siguen pesando sobre el futuro de Ucrania.
Con la guerra aún en curso y los ataques rusos sin cesar, los líderes internacionales deben encontrar la manera de coordinar sus esfuerzos y garantizar que cualquier acuerdo de paz no deje a Ucrania no solo debilitada políticamente, sino también económicamente fragmentada.
El camino hacia la reconstrucción de Ucrania será largo y complejo, y la situación se complica aún más por las cuestiones territoriales.
El mundo observa con atención si Ucrania podrá superar estos obstáculos y reconstruir su nación, tanto en términos de infraestructura como de unidad política.
En última instancia, la paz duradera dependerá no solo de la reconstrucción material, sino de cómo las partes implicadas gestionen las divisiones territoriales y económicas que la guerra ha dejado en su estela.
Crédito fotográfico: Bloomberg