
THE LATIN VOX (11 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
En un preocupante patrón que centra la atención de biólogos marinos, grupos ambientalistas y autoridades pesqueras en la costa oeste de Canadá, se ha confirmado la muerte de una tercera ballena jorobada (*Ballena jorobada) en aguas de la provincia de la Columbia Británica en el transcurso de pocas semanas. La nueva víctima fue hallada el pasado 8 de noviembre cerca de la isla de Lasqueti, en el estrecho de Georgia, según comunicó la Departamento de Pesca y Océanos de Canadá (DFO, por sus siglas en inglés). La ballena, identificada mediante fotografías como el ejemplar “Polyphemus”, un macho de 21 años conocido por sus migraciones entre Hawái y la costa oeste canadiense, se suma a otros dos casos similares reportados en septiembre y octubre.
El hallazgo eleva la alarma respecto a la creciente mortalidad de estas majestuosas criaturas en una de las áreas más transitadas por buques y ecoturismo marino del Pacífico.
Datos del caso y descubrimiento
- El cadáver fue avistado flotando el 8 de noviembre entre las aguas frente a Lasqueti Island, muy cerca de la Sunshine Coast. Según la DFO, la ballena ya presentaba signos de descomposición al momento del reporte.
- El animal fue identificado gracias a su aleta dorsal y cicatrices previamente registradas en base de datos, lo que permitió determinar que se trataba de Polyphemus.
- No se ha determinado aún la causa exacta de la muerte. Si bien no se observaron impactos recientes visibles en el cuerpo al momento del hallazgo, la DFO indicó que las colisiones de embarcaciones constituyen «una de las principales amenazas» para esta especie en la región.
- Este representa al menos el tercer caso confirmado de ballena jorobada muerta en la costa de la Columbia Británica en el lapso de aproximadamente dos meses. En septiembre se reportó un caso, seguido por otro el 25 de octubre, tras un posible impacto con ferry de alta velocidad en English Bay.
Por qué este patrón es motivo de preocupación
1. Aumento de mortalidad en breve período
Que tres ballenas jorobadas mueran en semanas eleva la alerta sobre las posibles causas acumulativas que podrían estar rastreándose: tráfico marítimo, enredo en redes, cambios de comportamiento migratorio o estrés ambiental.
2. Importancia ecológica de la especie
Las ballenas jorobadas se encuentran entre los cetáceos más carismáticos y estudiados del Pacífico noroccidental. Su recuperación luego de décadas de caza intensiva las ha convertido en indicadores de salud oceánica y de equilibrio marino.
3. Vulnerabilidad frente a impactos humanos
- La zona del estrecho de Georgia y la Sunshine Coast es un corredor muy transitado por ferris, barcos de carga y de avistamiento de ballenas. La presencia de buques de alta velocidad incrementa el riesgo de colisión con cetáceos que ascienden a la superficie.
- Además, el enredo en artes de pesca o equipamiento sumergido representa otro factor de riesgo objeto de estudio.
4. Dificultad de detección real
Como han señalado investigadores, muchas muertes de ballenas no se detectan o no se reportan: los animales pueden morir lejos de la costa, hundirse o quedar en zonas remotas. Por eso, cada hallazgo confirmado representa solo la “punta del iceberg”
Reacciones de las autoridades y organizaciones ambientales
La DFO, en su comunicado oficial, expresó que “la investigación está en curso” y que colaborará con organizaciones regionales de conservación para analizar datos de trayectoria, condiciones del mar y tráfico de embarcaciones. La agencia instó a marinos, operadores de ferris y embarcaciones privadas a ejercer la máxima precaución en áreas de alto tránsito de cetáceos.
Por su parte, la Marine Education and Research Society declaró que la muerte de Polyphemus es una «pérdida significativa» en su base de seguimiento, ya que era un individuo conocido con historial de migración y comportamiento. Su directora ejecutiva, Caitlin Birdsall, señaló que aunque no se puede afirmar que las muertes sean más frecuentes, sí existe una mayor visibilidad de eventos de impacto en las últimas semanas.
Impactos y posibles causas en análisis
Tráfico marítimo y colisiones
La investigación de la DFO refiere que las colisiones con embarcaciones constituyen una de las amenazas más importantes para ballenas jorobadas en la región, junto al enredo en redes. Las condiciones del estrecho de Georgia —agregado tráfico, alta densidad de cetáceos en temporada de migración— lo convierten en un “punto caliente”.
Enredo en equipamiento de pesca
Los cetáceos, al desplazarse en busca de alimento, pueden enredarse en líneas de pesca, trampas o redes sumergidas, lo que puede limitar su movilidad, alimentación y provocar heridas, infección o incapacidad de flotación.
Condiciones ambientales y cambio climático
El aumento de temperatura del agua, cambios en la distribución de krill y peces que constituyen su alimento y alteraciones en rutas migratorias pueden generar mayor vulnerabilidad al estrés, lo que hace que el impacto de una colisión o enredo tenga más probabilidades de ser letal.
Factores de reporte y detección
Algunos expertos creen que más que un aumento real de muertes, podría existir una mejora en los sistemas de reporte, seguimiento satelital y vigilancia que hace visibles hechos antes inadvertidos. No obstante, el acúmulo de tres casos en semanas es un patrón que debe tomarse con seriedad.
Qué sigue: investigación y medidas urgentes
- Necropsias e investigación forense: La DFO tiene previsto realizar necropsias a los organismos recuperados para determinar causa de muerte: impacto, daño interno por colisión, evidencias de enredo o patologías.
- Monitoreo y restricción de tráfico: Se estudia la posibilidad de implementar zonas de velocidad reducida para embarcaciones en áreas de tránsito frecuente de cetáceos, así como rutas alternativas en temporada de migración.
- Educación y operadores marítimos: Aumentar los programas de concienciación para empresas de ecoturismo, ferris y barcos de carga, sobre la detección de cetáceos, obligación de reporte y protocolos de evasión.
- Colaboración regional: Al tratarse de especies migratorias, la coordinación entre Canadá, Estados Unidos (al sur del estrecho de Georgia) y organizaciones internacionales de conservación es clave para un enfoque integral.
Reflexión final
La muerte de la ballena jorobada Polyphemus y los dos casos anteriores en la costa de la Columbia Británica no pueden considerarse simples coincidencias fortuitas: constituyen un claro llamado de alerta sobre las presiones que enfrentan las poblaciones de grandes cetáceos en áreas costeras altamente transitadas.
Si el mar es compartido por embarcaciones, fauna migratoria y ecosistemas frágiles, el equilibrio depende de prudencia, regulaciones efectivas y vigilancia constante.
En este caso, la pérdida de un solo animal conocido, seguido por dos más en semanas, exige no solo luto o curiosidad, sino acción: por parte de autoridades, industria marítima y ciudadanía comprometida con la conservación. Las aguas de la Columbia Británica —una joya ecológica del Pacífico— muestran que el silencio de una ballena muerta es un mensaje que merece ser escuchado con urgencia.
Fuente: www.cbc.ca
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