THE LATIN VOX (3 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Apple ha acordado pagar $95 millones para resolver una demanda colectiva propuesta que acusa a su asistente de voz, Siri, de violar la privacidad de los usuarios. Este acuerdo preliminar fue presentado el pasado martes en el tribunal federal de Oakland, California, y aún debe ser aprobado por el juez de distrito estadounidense, Jeffrey White.
La demanda surgió después de que varios usuarios se quejaran de que Apple grababa sus conversaciones privadas de manera rutinaria, incluso cuando activaban Siri sin intención, y compartía estas grabaciones con terceros, como anunciantes. El asistente de voz de Apple, al igual que otros asistentes virtuales, reacciona cuando se usan “palabras clave” como “Oye, Siri”. Sin embargo, los demandantes argumentan que estas grabaciones se realizaban sin su consentimiento explícito, invadiendo así su privacidad.
Conversaciones privadas utilizadas para publicidad dirigida
Dos de los demandantes señalaron que, tras mencionar productos como las zapatillas Air Jordan o los restaurantes Olive Garden, comenzaron a recibir anuncios dirigidos para esos mismos productos. Otro de los demandantes relató que, después de hablar sobre un tratamiento quirúrgico con su médico, comenzó a recibir anuncios de esa misma marca, lo que generó gran preocupación sobre la privacidad de las conversaciones privadas.
El periodo de la clase afecta a usuarios que utilizaron Siri desde el 17 de septiembre de 2014 hasta el 31 de diciembre de 2024, cuando se incorporó la función “Hey, Siri”, la cual se considera como la base de estas grabaciones no autorizadas.
Una solución para decenas de millones de usuarios
Con el acuerdo, los miembros de la demanda colectiva, estimados en decenas de millones, podrán recibir hasta $20 por cada dispositivo habilitado con Siri, como iPhones y Apple Watches. A pesar del acuerdo, Apple negó cualquier responsabilidad sobre las acusaciones, y el pago de $95 millones se produce sin admitir ninguna culpa, una práctica común en acuerdos legales de este tipo.
Este acuerdo de $95 millones representa aproximadamente nueve horas de ganancias para la gigante tecnológica, que reportó un ingreso neto de $93.74 mil millones en su último año fiscal. A pesar de la magnitud de la compensación, la cantidad es relativamente pequeña para Apple, pero refleja la creciente preocupación sobre la privacidad digital y la utilización de datos personales por parte de las grandes empresas tecnológicas.
¿Una tendencia en el sector tecnológico?
Este acuerdo de Apple no es un caso aislado. Una demanda similar está en curso en el tribunal federal de San José, California, contra Google, por su asistente de voz Google Assistant. Los demandantes están representados por los mismos bufetes de abogados que en el caso de Apple, lo que podría indicar una tendencia creciente en la industria tecnológica en torno a la privacidad de los usuarios y el uso de sus datos para fines publicitarios.
El acuerdo entre Apple y los demandantes es un recordatorio de los desafíos legales a los que se enfrentan las empresas tecnológicas en un contexto de creciente conciencia pública sobre la protección de la privacidad digital. A medida que más usuarios se sienten incómodos con la recopilación de datos y la invasión de su privacidad, los litigios como este podrían multiplicarse, lo que obligará a las compañías tecnológicas a reconsiderar cómo manejan y protegen la información de sus usuarios.
El futuro de la privacidad digital
El caso de Siri y el acuerdo de $95 millones ponen en primer plano una cuestión crucial para los usuarios de tecnología en todo el mundo: la necesidad de una mayor regulación y transparencia en el uso de sus datos personales. Aunque este acuerdo resuelve una parte de las preocupaciones sobre la privacidad en el caso de Apple, el debate sobre el control de la información personal y la responsabilidad de las empresas tecnológicas apenas está comenzando.
A medida que la tecnología continúa avanzando y los asistentes de voz se vuelven más comunes en la vida cotidiana, es probable que surjan más litigios y demandas relacionadas con la privacidad digital. Los usuarios y los reguladores estarán atentos a cómo las empresas como Apple y Google responden a estos desafíos y qué medidas adoptan para proteger mejor a sus clientes.
El caso continúa siendo un ejemplo de cómo el poder de los consumidores y las demandas colectivas pueden obligar a las empresas tecnológicas a enfrentar su comportamiento y asegurar que sus productos respeten los derechos de privacidad de los usuarios.
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