
THE LATIN VOX (5 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado una decisión que ha generado un fuerte debate tanto en el ámbito nacional como internacional: Argentina se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La medida, anunciada este miércoles, ha sido justificada por Milei en términos rotundos, afirmando que la OMS fue responsable de uno de los “mayores crímenes contra la humanidad” en la historia, al gestionar lo que calificó como una “cuarentena cavernícola” durante la pandemia de Covid-19.
La postura de Milei sigue el ejemplo del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien, en su primer día de mandato, firmó la orden de retirada de su país de la OMS, también por razones relacionadas con la gestión de la pandemia.
Al igual que Trump, Milei ha adoptado un enfoque contrario a los organismos internacionales, alineándose con una corriente de pensamiento que cuestiona la efectividad y la ética de estas instituciones.
En su mensaje a través de las redes sociales, Milei expresó: “Hemos decidido abandonar una organización tan perjudicial, que fue el brazo ejecutor de lo que fue el mayor experimento de control social en la historia”.
Sin embargo, este giro de la política argentina ha sido recibido con críticas tanto internas como externas. La oposición política en Argentina, así como organizaciones de salud, temen que la retirada de la OMS afecte gravemente el acceso del país a fondos cruciales destinados a la compra de suministros médicos y tecnologías esenciales.
La decisión ha suscitado el rechazo de figuras como Juan Gabriel Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella, quien destacó que la salida de la OMS no depende únicamente de una orden presidencial, sino que requiere la aprobación del Congreso.
“En Argentina, la relación con la OMS está regida por una ley, por lo que para retirarse, se debería aprobar una nueva legislación”, señaló Tokatlian, subrayando la complejidad legal del asunto.
En tanto, la organización no gubernamental Soberanía Sanitaria, que trabaja por el acceso a servicios de salud pública en Argentina, advirtió que esta medida podría poner en riesgo el acceso del país a fondos rotatorios y estratégicos utilizados en la adquisición de tecnologías médicas.
“El impacto será directo y negativo para la salud de los argentinos, especialmente para aquellos que más dependen del sistema de salud pública”, manifestó la ONG en un comunicado.
Además de la salida de la OMS, Milei también ha impulsado otras medidas polémicas. En su primera semana de gobierno, el presidente argentino decretó una prohibición para el tratamiento de cambio de género y cirugías para menores de edad, y estableció restricciones para que mujeres trans sean alojadas en cárceles femeninas.
En una rueda de prensa, su portavoz, Manuel Adorni, explicó que la medida busca proteger la salud mental de los niños y se inspira en legislaciones similares implementadas en países como el Reino Unido, Suecia, Finlandia y los Estados Unidos.
El contexto de estos anuncios se enmarca en un discurso radical de Milei en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde cuestionó abiertamente temas como el feminismo, la diversidad, la inclusión, el aborto y la ideología de género, calificando las políticas progresistas como un “cáncer que debe ser extirpado”.
Estas declaraciones, junto con su política de austeridad, que ha incluido despidos masivos en el Ministerio de Salud, refuerzan la imagen de un gobierno que se aparta de los consensos internacionales en temas de derechos humanos y salud pública.
Para algunos analistas, la relación entre Milei y Trump ha ido más allá de la admiración por las políticas del exmandatario estadounidense. Alejandro Frenkel, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín, advirtió que el presidente argentino podría estar sobreestimando los beneficios de acercarse a Washington.
“Argentina tiene muchas vulnerabilidades. ¿Este gobierno cree que sus problemas se resolverán acercándose a Washington? Estados Unidos ha demostrado que no le importa mucho si eres amigo, enemigo o socio”, dijo Frenkel.
Milei, que recientemente se reunió con Trump en Palm Beach, Florida, ha señalado en diversas ocasiones su admiración por el estilo político del ex presidente estadounidense, y ha expresado su deseo de seguir su ejemplo en varios frentes.
De hecho, el mandatario argentino ya ha anunciado planes para abandonar el Acuerdo Climático de París y construir una cerca de 200 metros a lo largo de la frontera con Bolivia, con el objetivo de frenar la inmigración.
La decisión de Milei de retirarse de la OMS y las medidas que está tomando en materia de derechos humanos y salud han generado una profunda división en Argentina. Mientras algunos lo ven como un líder que está tomando las riendas de una nación soberana, otros temen que sus políticas lleven al país a un aislamiento perjudicial y a un retroceso en términos de desarrollo social y sanitario.
La postura de Milei no solo refleja un giro hacia la derecha en la política argentina, sino también una tendencia global en la que varios países parecen seguir los pasos de Trump, con la mirada puesta en un modelo de soberanía nacional que rechaza los acuerdos internacionales.
A medida que se desarrollan estos acontecimientos, Argentina se enfrenta a una encrucijada crucial: ¿es este el camino hacia una nueva etapa de independencia y fortaleza, o la nación está arriesgando su acceso a recursos vitales y su posición en el escenario global? El tiempo dirá si las decisiones de Milei beneficiarán o perjudicarán a su país a largo plazo.
Crédito fotográfico: France 24