THE LATIN VOX (28 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La reciente aparición del comediante Tony Hinchcliffe en un rally de Donald Trump en Madison Square Garden desató la ira de artistas y políticos puertorriqueños tras sus comentarios despectivos sobre la isla. En medio del evento, Hinchcliffe se refirió a Puerto Rico como una «isla flotante de basura», provocando reacciones de indignación, incluyendo el apoyo del músico Bad Bunny a la vicepresidenta Kamala Harris.
El escándalo comenzó cuando Hinchcliffe hizo chistes groseros sobre los latinos y lanzó comentarios racistas que no pasaron desapercibidos. La campaña de Harris criticó de inmediato sus palabras, pero también lo hicieron figuras del Partido Republicano, como Ángel Cintrón, líder de la agrupación en Puerto Rico, y la representante republicana de EE.UU. María Elvira Salazar, quien ha estado presente en eventos recientes con Trump.
Salazar expresó su desdén en redes sociales, señalando: «Estoy disgustada por el comentario racista de @TonyHinchcliffe llamando a Puerto Rico una ‘isla flotante de basura’. Esta retórica no refleja los valores del GOP. Puerto Rico envió a más de 48,000 soldados a Vietnam, con más de 345 Corazones Púrpuras otorgados. Este valor merece respeto. ¡Infórmate!».
Además, tras hacer comentarios ofensivos sobre la natalidad en la comunidad latina, Hinchcliffe no mostró señales de arrepentimiento. En respuesta a un video de la campaña de Harris que criticaba sus comentarios, el comediante insistió en que «estas personas no tienen sentido del humor» y añadió: «Es increíble que un candidato a la vicepresidencia tome tiempo de su ‘ocupada agenda’ para analizar un chiste sacado de contexto y hacerlo parecer racista. Amo a Puerto Rico y vacaciono allí».
La campaña de Trump, al verse envuelta en la controversia, emitió un comunicado a través de la portavoz Danielle Alvarez, quien afirmó que «este chiste no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña». Sin embargo, la rápida defensa de Hinchcliffe por parte de algunos sectores muestra un creciente desdén hacia las críticas, lo que alimenta aún más el debate sobre el tratamiento de las comunidades latinas en la política estadounidense.
La situación pone de relieve las tensiones raciales y la representación de las comunidades hispanas en el contexto electoral, donde comentarios despectivos pueden tener repercusiones significativas en el apoyo a candidatos y partidos. La indignación provocada por los comentarios de Hinchcliffe resalta la importancia de un discurso respetuoso y considerado en la política actual.
Crédito fotográfico: Hiroko Masuike/The New York Times