El sábado 18 de enero de 2025, dos jueces prominentes del Tribunal Supremo de Irán, Mohammad Moghiseh y Ali Razini, fueron asesinados a tiros en Teherán. El ataque tuvo lugar dentro del Palacio de Justicia, una instalación que generalmente cuenta con estrictas medidas de seguridad. El agresor, armado con una pistola, también hirió a un oficial de seguridad antes de quitarse la vida.
Mohammad Moghiseh, de 68 años, era conocido por presidir juicios de prisioneros políticos y había sido sancionado por la Unión Europea en 2011 por violaciones de derechos humanos. Ali Razini, de 71 años, había sobrevivido a un intento de asesinato en 1998, cuando una bomba magnética fue colocada en su vehículo, resultando herido en el ataque.
Ambos jueces estaban implicados en casos de seguridad nacional, incluyendo espionaje y terrorismo, lo que podría haber motivado el ataque. El portavoz del Poder Judicial, Asghar Jahangir, señaló que los recientes esfuerzos para identificar espías y grupos terroristas han generado ira entre los enemigos de Irán. La televisión estatal vinculó estos casos con individuos asociados a Israel y a la oposición iraní respaldada por Estados Unidos.
Este incidente ha generado conmoción en Irán, ya que ambos jueces eran figuras destacadas en el sistema judicial del país. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta investigación y sus posibles implicaciones en la estabilidad interna de Irán.