
THE LATIN VOX (03 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
La plaza principal de la ciudad de Uruapan, en el estado de Michoacán (oeste de México), se convirtió en escenario de un brutal asesinato el pasado sábado por la noche. En medio de las celebraciones culturales del Día de Muertos, el alcalde municipal, Carlos Alberto Manzo Rodríguez quien había asumido en 2024 como alcalde independiente tras ganar con una plataforma de combate al crimen organizado fue atacado con disparos frente al público congregado en el evento y falleció poco después en un hospital.
El hecho ha generado consternación, indignación ciudadana y una reacción inmediata del gobierno federal mexicano, que calificó el asesinato como un “acto vil contra la democracia” y prometió que no habrá impunidad.
Detalles del ataque
- Según el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Harfuch, el agresor disparó siete veces contra el alcalde, en un atentado que se produjo ante decenas de personas que participaban del festival.
- En el momento del ataque también resultaron heridos un regidor municipal y el guardaespaldas del alcalde, quienes fueron trasladados para atención médica.
- El tirador fue abatido en el lugar, según fuentes oficiales, y se han iniciado investigaciones para determinar vínculos con grupos criminales rivales que operan en la región.
- Manzo Rodríguez había estado bajo protección federal desde diciembre de 2024, y desde mayo de 2025 se le habían asignado 14 elementos de la Guardia Nacional además de policías municipales, debido a amenazas previas a su persona.
Contexto de violencia en Michoacán
El estado de Michoacán ha sido uno de los más afectados por la violencia del crimen organizado en México, especialmente por la disputa entre cárteles como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y otros grupos que buscan el control de territorios, rutas de narcotráfico y extorsión.
La muerte del alcalde no es un hecho aislado: en 2025 ya se han reportado varios asesinatos de autoridades municipales en dicha entidad, lo cual refleja una estrategia de terror dirigida a los gobiernos locales para debilitar el control institucional.
Reacción social y política
Tras el crimen, cientos de residentes de Uruapan participaron en una marcha de luto vestidos de negro, exigiendo justicia al grito de “¡Justicia! ¡Justicia! ¡Fuera Morena!” en referencia al partido del presidente federal Claudia Sheinbaum.
El gobierno que encabeza Sheinbaum convocó una reunión urgente del gabinete de seguridad y aseguró que “todos los recursos del Estado se desplegarán para combatir la impunidad”.
Significado para la gobernabilidad local
La figura del alcalde Manzo Rodríguez era vista como un “alcalde incómodo” para los poderes criminales y políticos tradicionales: había denunciado públicamente la colusión del gobierno estatal y de la policía local con las estructuras delictivas. Su asesinato en un evento público y simbólico como el Día de Muertos envía un mensaje de fuerza de los criminales, pero también de vulnerabilidad institucional.
El hecho plantea preguntas graves sobre la capacidad del Estado mexicano de proteger a sus funcionarios locales, de garantizar elecciones libres y de arrebatar el control territorial a los grupos criminales que actúan con impunidad en ciertos municipios.
Implicaciones para la seguridad y la política nacional
- Este asesinato podría aumentar la presión internacional sobre México respecto a la seguridad de autoridades y la colaboración en materia de drogas y crímenes trasnacionales.
- Desde el ámbito político, genera un desgaste para el gobierno federal y estatal que deberán demostrar eficacia y resultados concretos para evitar que el ciclo de violencia se extienda.
- A nivel local, la gobernabilidad de Uruapan queda momentáneamente comprometida y la transición tras la muerte de un alcalde en funciones puede abrir una etapa de incertidumbre o violencia política.
- Para los residentes, la mezcla de tradición (celebración del Día de Muertos) y violencia visible en la plaza pública puede agravar la sensación de inseguridad y debilitar la participación ciudadana.
¿Y qué sigue ahora?
- Las autoridades federales y estatales han anunciado que no “descartan ninguna línea de investigación”, incluyendo la participación de grupos delictivos, protección comprometida, infiltración política o venganza.
- En los próximos días se espera la detención de más presuntos implicados o responsables intelectuales del atentado, así como la presentación de medidas extraordinarias para reforzar la seguridad de los funcionarios municipales en la zona.
- A mediano plazo, el crimen podría convertirse en un catalizador para revisar la estrategia de seguridad municipal en Michoacán, incluyendo mayor cooperación federal, transparencia en contrataciones locales y supervisión de cuerpos policiales.
- La sociedad civil y los medios podrían intensificar la presión para que no haya impunidad, lo cual pondrá a prueba la credibilidad de las instituciones mexicanas.
El asesinato de Carlos Alberto Manzo Rodríguez en plena celebración del Día de Muertos en Uruapan es un hecho que desemboca en múltiples capas de análisis: violencia criminal, debilitamiento institucional, simbolismo político y cultura popular mezclados en un acto de brutalidad pública.
No es únicamente la muerte de un alcalde, sino la manifestación visible de una crisis mayor: la confrontación entre el Estado y las redes del crimen organizado por el control local. Y en esa lucha, lo que está en juego es la capacidad del Estado mexicano para garantizar seguridad, democracia y gobernabilidad en sus territorios más violentos.
La ciudadanía está atenta, los medios internacionales observan, y México se enfrenta nuevamente al reto urgente de demostrar que puede revertir desde lo local la sombra profunda de la violencia organizada.
Fuente: www.independent.co.uk
Foto: Google fotos