Dos astronautas de la NASA siguen varados en el espacio desde hace semanas, y los funcionarios de la agencia espacial han insistido en que la problemática nave espacial Boeing Starliner puede llevar a los dos exploradores de regreso a la Tierra. Entonces, ¿por qué aún no lo han hecho? Un astronauta retirado no identificado le dijo a The Atlantic la verdad obvia que la NASA ha estado evitando desde el comienzo de este desastre espacial: simplemente es demasiado arriesgado en este momento. “Por supuesto, no se sienten cómodos poniéndolos en la nave”, dijo el astronauta retirado refiriéndose al Starliner, que transportó a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio y está destinado a llevarlos de regreso a casa. “De lo contrario, ya los habrían puesto en ella”.
No se ha establecido una fecha para el viaje de regreso, y la fecha más temprana ahora se ha retrasado hasta agosto. Para justificar la demora, los funcionarios de la NASA han dicho repetidamente que quieren probar y solucionar los problemas de la cápsula Starliner antes de comprometerse con un viaje de regreso. Los problemas comenzaron cuando se descubrieron fugas de helio en el Starliner antes del despegue. A pesar de esto, optaron por lanzarlo, y durante su viaje hacia la EEI, comenzó a experimentar más fugas y propulsores defectuosos.
Boeing ha sido objeto de críticas negativas, en parte porque sus aviones han estado en las noticias debido a puertas que se caen y otros problemas de control de calidad, lo que también afecta su reputación en el ámbito espacial. Sin embargo, la NASA tampoco debería escapar del escrutinio, según argumenta el artículo de The Atlantic. La agencia espacial ha sido menos transparente sobre los problemas del Starliner, que ha estado plagado de problemas técnicos y lanzamientos abortados desde el inicio de su desarrollo.
La NASA busca una segunda opción para transportar astronautas al espacio además de la cápsula Dragon, fabricada por SpaceX y más probada. Pero incluso dejando de lado el Starliner, la relación de la NASA con SpaceX, dirigida por el multimillonario tecnológico volátil Elon Musk, también ha tenido sus propios dolores de cabeza. Aunque las misiones de SpaceX al espacio han tenido éxito, la empresa ha enfrentado muertes y lesiones de personal, además de las polémicas acciones personales de Musk. La transparencia es crucial, especialmente considerando que los dólares estadounidenses financian estas misiones.