En un devastador y trágico incidente, al menos 23 personas perdieron la vida en una serie de ataques terroristas en la provincia de Balochistán, Pakistán. Los ataques ocurrieron en el distrito de Musakhail, donde hombres armados detuvieron vehículos, obligaron a los pasajeros a bajar y luego abrieron fuego tras verificar sus identidades.
El ataque más mortífero tuvo lugar en una carretera principal, donde los atacantes interceptaron autobuses y camiones, obligando a los pasajeros a descender antes de dispararles. Los atacantes también incendiaron al menos 10 vehículos antes de huir. Este incidente es uno de los más mortales en la región en los últimos años y ha generado una ola de conmoción y tristeza en todo el país.
Las autoridades locales han identificado a los responsables como miembros del Ejército de Liberación de Balochistán (BLA), un grupo separatista que ha estado activo en la región durante décadas, luchando por la independencia de Balochistán del gobierno central en Islamabad. Aunque las autoridades pakistaníes afirman haber controlado la insurgencia, la violencia en Balochistán ha persistido, con ataques frecuentes contra fuerzas de seguridad y civiles.
El portavoz del gobierno provincial de Balochistán, Shahid Rind, confirmó que 39 personas murieron en varios ataques coordinados llevados a cabo por terroristas del BLA. Además del ataque en Musakhail, otros incidentes violentos ocurrieron en el distrito de Qalat, donde al menos nueve personas, incluidos cuatro policías, fueron asesinadas. Los insurgentes también volaron una vía férrea en Bolan, atacaron una estación de policía en Mastung y quemaron vehículos en Gwadar, aunque no se reportaron víctimas en esos ataques.
El ministro del Interior de Pakistán, Mohsin Naqvi, condenó enérgicamente los ataques, calificándolos de “bárbaros” y prometió que los responsables no escaparán de la justicia. Las autoridades provinciales han respondido a los ataques y se espera que proporcionen más detalles sobre sus operaciones en las próximas horas.
Este ataque se produce en un momento de creciente tensión en la región, con el BLA intensificando sus actividades y emitiendo advertencias a la población para que evite las carreteras principales. Los separatistas a menudo piden a las personas sus tarjetas de identificación y luego secuestran o matan a aquellos que no son de la provincia. Muchos de los recientes ataques han tenido como objetivo a trabajadores de la provincia vecina de Punjab, a quienes los insurgentes ven como explotadores de sus recursos.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la creciente violencia en Balochistán y ha instado al gobierno pakistaní a tomar medidas efectivas para proteger a sus ciudadanos y restaurar la paz en la región. Mientras tanto, las familias de las víctimas lloran la pérdida de sus seres queridos en este trágico y brutal ataque.