THE LATIN VOX (10 de septiembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un contexto de creciente crisis ambiental, la vida de aquellos que defienden el planeta está cada vez más en peligro. Un reciente informe de Global Witness revela que casi 200 personas perdieron la vida el año pasado en su lucha por proteger el medio ambiente. Este alarmante dato pone de manifiesto una tendencia creciente de violencia contra los defensores del medio ambiente a nivel global.
El informe, que examina las circunstancias de estas muertes, revela que la mayoría de las víctimas eran líderes locales y activistas que se oponían a proyectos perjudiciales para el medio ambiente, como la minería, la deforestación y las obras de infraestructura invasivas. Estos defensores enfrentan una amenaza constante mientras luchan para salvaguardar sus tierras y recursos naturales frente a intereses corporativos y gubernamentales.
América Latina emerge como una de las regiones más peligrosas para estos valientes activistas. Países como Colombia, Brasil y México se encuentran entre los más afectados por la violencia dirigida contra aquellos que intentan proteger el medio ambiente. Sin embargo, el informe también destaca incidentes en otras partes del mundo, evidenciando que la amenaza a nivel global está en aumento.
La violencia contra los defensores del medio ambiente no solo amenaza sus vidas, sino que también socava los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático y preservar la biodiversidad. La explotación desmedida de recursos naturales y los conflictos relacionados con el desarrollo económico siguen siendo las principales causas de esta violencia.
El informe de Global Witness hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que refuerce las medidas de protección para estos defensores y aborde las raíces de la violencia. Es imperativo que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil trabajen juntos para asegurar la seguridad de quienes están en la primera línea de la defensa ambiental y para garantizar que su valiente trabajo pueda continuar sin temor.
La creciente violencia contra los defensores del medio ambiente subraya la necesidad de un compromiso renovado con la justicia ambiental y los derechos humanos. Solo a través de una acción coordinada y eficaz se podrá proteger a estos héroes invisibles y garantizar un futuro más seguro y sostenible para nuestro planeta.
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