
El 18 de febrero de 2025, se ha revelado que el gobierno federal de Canadá ha alcanzado un gasto sin precedentes en servicios subcontratados, contradiciendo compromisos anteriores de limitar esta práctica. Según los datos más recientes, el gasto público total ascendió a 538.462 millones de dólares canadienses en el tercer trimestre de 2024, marcando un incremento respecto a los 529.257 millones registrados en el segundo trimestre del mismo año.
Este aumento en el gasto se produce en un contexto donde el gobierno había prometido controlar y reducir la dependencia de contratistas externos. Sin embargo, las cifras actuales indican una tendencia opuesta, con una creciente asignación de recursos a servicios tercerizados.
En el Presupuesto 2024, presentado el 16 de abril de 2024 por la Viceprimera Ministra y Ministra de Hacienda, Chrystia Freeland, se delinearon estrategias para abordar diversas áreas, incluyendo la construcción de viviendas y la reducción de costos de vida. No obstante, el documento no detalló medidas específicas para frenar el gasto en subcontrataciones, lo que ha generado críticas por parte de diversos sectores que demandan una mayor transparencia y eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Además, las proyecciones financieras para el año fiscal 2024-2025, según las Estimaciones Principales, indican un gasto presupuestario total de 449.200 millones de dólares, con 191.600 millones destinados a votación y 257.600 millones a gastos estatutarios. Estas cifras reflejan un incremento en comparación con años anteriores, lo que subraya la necesidad de una gestión más rigurosa del gasto público.
Este panorama ha suscitado debates sobre la eficacia de las políticas gubernamentales en materia de gasto y la importancia de equilibrar la subcontratación con el fortalecimiento de las capacidades internas del sector público para garantizar una administración más sostenible y transparente de los fondos públicos.