THE LATIN VOX (28 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Australia ha marcado un hito al aprobar una ley que prohíbe a los menores de 16 años acceder a plataformas de redes sociales, un paso que ninguna otra nación ha dado antes y que ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones.
La nueva legislación, conocida como el Online Safety Amendment Bill, busca proteger la salud mental de los jóvenes, pero ha sido criticada por expertos, políticos y defensores de los derechos humanos que temen que podría tener efectos adversos, empujando a los adolescentes hacia la web oscura o aislándolos aún más.
El proyecto de ley, aprobado el jueves pasado por el Senado australiano con 34 votos a favor y 19 en contra, responde a las preocupaciones del primer ministro laborista, Anthony Albanese, sobre los efectos nocivos de las redes sociales en los jóvenes. Según Albanese, existe una «relación causal clara entre el auge de las redes sociales y el daño a la salud mental de los jóvenes australianos». De acuerdo con el gobierno, la ley es un intento de frenar esta tendencia y proteger el bienestar de los menores.
¿Una solución efectiva o un riesgo mayor?
A pesar de la intención de proteger a los jóvenes, la ley ha desatado una ola de críticas. Académicos, políticos y organizaciones de derechos humanos han advertido que la prohibición podría tener consecuencias no deseadas, como el aumento del aislamiento social o el empuje de los adolescentes hacia plataformas más peligrosas en la dark web. «Un bloqueo que aísla a los jóvenes no cumplirá con el objetivo del gobierno de mejorar sus vidas», advirtió Amnistía Internacional, que envió una recomendación al parlamento para no aprobar la ley.
El Online Safety Amendment Bill prohíbe a las plataformas de redes sociales permitir el acceso a usuarios menores de 16 años, imponiendo multas de hasta 50 millones de dólares australianos (32 millones de dólares estadounidenses) a las empresas que no cumplan con la normativa.
Sin embargo, la ley no especifica cómo se llevará a cabo el proceso de verificación de edad, ni a qué empresas se aplicará exactamente. Se espera que plataformas como Snapchat, TikTok, X (anteriormente Twitter), Instagram, Reddit y Facebook estén incluidas en la prohibición, mientras que YouTube se excluirá debido a su «propósito educativo significativo».
El proceso de implementación también ha generado preocupaciones, ya que, aunque la ley establece que las empresas deben tomar «medidas razonables» para verificar la edad de los usuarios, no se define con claridad qué métodos serán aceptables. La ley entrará en vigor en 12 meses y se completará con una prueba de tecnología de verificación de edad en 2025.
El debate internacional y la postura de Elon Musk
Elon Musk, propietario de X, también se ha sumado al debate, al compartir un tuit del primer ministro Albanese anunciando la introducción del proyecto de ley. Musk calificó la medida como una «forma encubierta de controlar el acceso a Internet de todos los australianos», lo que atrajo una serie de respuestas en las redes.
En total, la propuesta recibió 15,000 comentarios en un solo día, muchos de los cuales fueron formularios automatizados, pero algunos de grupos de interés que expresaron su preocupación por el impacto de la ley en los derechos de los jóvenes.
Pese a las críticas, una encuesta realizada por YouGov reveló que un 77% de los australianos apoyan la prohibición, un aumento significativo respecto al 61% registrado en agosto. Todos los líderes estatales y territoriales de Australia apoyan la ley, aunque el líder de Tasmania sugirió que la prohibición debería aplicarse a los menores de 14 años.
Preocupaciones sobre la privacidad y los derechos humanos
El impacto de la ley en la privacidad de los usuarios también ha sido un tema central en las discusiones. La falta de especificaciones sobre cómo se manejará la verificación de edad ha generado inquietudes de que las plataformas puedan exigir a los usuarios datos personales sensibles, como pasaportes, lo que abriría la puerta a violaciones de la privacidad.
La Comisión Australiana de Derechos Humanos ha expresado «reservas serias» sobre la ley, citando el potencial de interferir significativamente con los derechos de los niños y jóvenes a acceder a la información y participar en la sociedad digital. Christopher Stone, director ejecutivo de Suicide Prevention Australia, también manifestó su preocupación, sugiriendo que el gobierno está actuando «a ciegas» y que el tema requiere una consulta más profunda con todas las partes involucradas.
Un debate en evolución
El debate sobre la ley sigue evolucionando. Algunos parlamentarios y expertos sostienen que la prohibición podría no ser la solución adecuada a un problema complejo. Andrew Wilkie, un miembro independiente del parlamento, cambió su postura de apoyo a la ley a una crítica, señalando que las voces de los propios jóvenes han estado ausentes en la mayoría de los debates y comentarios sobre la legislación.
A medida que la ley avanza hacia su implementación, el futuro de las redes sociales en Australia para menores de 16 años está marcado por la incertidumbre. Lo que está claro es que el gobierno ha abierto un debate crucial sobre la seguridad en línea y la salud mental de los jóvenes, que probablemente continuará siendo un tema candente en los próximos años.
Crédito fotográfico: Matt Cardy/Getty Images