
THE LATIN VOX (26 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El gobierno australiano dio un paso diplomático sin precedentes al expulsar al embajador de Irán en Canberra, Ahmad Sadeghi, tras confirmar que Teherán estuvo detrás de al menos dos ataques antisemitas perpetrados en territorio australiano.
La medida fue anunciada por el primer ministro Anthony Albanese luego de que la Agencia de Seguridad e Inteligencia de Australia (ASIO, por sus siglas en inglés) revelara que contaba con “inteligencia creíble” que señalaba a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) como responsable de coordinar los ataques.
Entre los incidentes confirmados figuran un incendio provocado en la sinagoga Adass Israel de Melbourne y un ataque contra Lewis’ Continental Kitchen, un restaurante judío en Bondi, Sídney.
Una amenaza extranjera en suelo australiano
“El hecho de que una nación extranjera haya orquestado actos de agresión de esta magnitud en Australia es extraordinario y peligroso”, declaró Albanese. “Se trató de intentos deliberados de socavar nuestra cohesión social y sembrar discordia en la comunidad. Es totalmente inaceptable, y estamos actuando con firmeza en consecuencia”.
El director general de la ASIO, Mike Burgess, explicó que la operación iraní fue ejecutada mediante una “red de intermediarios” —personas reclutadas y pagadas en Australia a través de enlaces en el extranjero— con el fin de dificultar el rastreo de responsabilidades. Aclaró, no obstante, que los diplomáticos iraníes acreditados en Australia no participaron en los ataques.
Una expulsión histórica
La ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, subrayó la gravedad del caso al confirmar que, además del embajador, otros tres funcionarios iraníes serán expulsados en un plazo de siete días. “Es la primera vez en el periodo de posguerra que Australia expulsa a un embajador”, afirmó Wong. “Tomamos esta decisión porque las acciones de Irán son absolutamente inaceptables”.
Australia también decidió suspender las operaciones de su embajada en Teherán. Los diplomáticos australianos destacados en Irán fueron trasladados previamente a un tercer país, en previsión del anuncio.
Repercusiones y próximos pasos
El gobierno de Albanese adelantó que el parlamento federal estudiará nuevas leyes para declarar formalmente a la Guardia Revolucionaria Islámica como organización terrorista, lo que abriría la puerta a sanciones más severas.
Burgess añadió que, si bien no todos los actos de antisemitismo registrados en Australia pueden atribuirse a Irán, su agencia continúa investigando posibles vínculos en otros incidentes. “Las acciones de Irán pusieron vidas en riesgo, aterrorizaron a comunidades y desgarraron nuestro tejido social. Ellos encendieron la mecha y avivaron las llamas”, advirtió.
El episodio marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales y refleja la creciente disposición de Australia a responder con firmeza a actos hostiles en su propio territorio. Como señaló Albanese: “Nuestra prioridad es clara: proteger la seguridad de los australianos y la cohesión de nuestra sociedad frente a cualquier amenaza externa”.
Crédito fotográfico: AP News