Australia: Indígenas hablan de tratado e independencia en el Día de la Supervivencia

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THE LATIN VOX (26 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

El ambiente en los parques y calles de Australia se impregnó de solemnidad y determinación este domingo, cuando miles de personas marcharon para conmemorar el Día de la Invasión o Día de la Supervivencia, en el que se recuerda la resistencia indígena ante la colonización.

Este año, las llamadas a “cambiar la fecha” del Día de Australia, tradicionalmente considerado un día de celebración, fueron menos prominentes que en ocasiones anteriores. En lugar de centrarse en el calendario, los pueblos indígenas australianos han comenzado a hablar con más fuerza de la necesidad de un tratado y, en algunos casos, de la independencia.

Desde Sydney hasta Melbourne, la jornada fue una mezcla de reflexión profunda y un llamado al cambio radical. Mientras el humo de las hojas de eucalipto quemadas se levantaba hacia el aire en el parque Belmore de Sydney, Neenan Simpson, un hombre de la comunidad Wiradjuri, recordó a la multitud que, a pesar del paso del tiempo, “seguimos sobreviviendo”.

Las miles de personas reunidas compartían un sentimiento común: el dolor por las injusticias pasadas y presentes, y la urgencia de un cambio significativo.

Un llamado a la soberanía

Leah House, líder comunitaria y descendiente de los pioneros de la Embajada de la Carpa, reflexionó sobre el hecho de que este año la movilización indígena no se limitó a un reclamo por un cambio de fecha, sino que avanzó hacia un discurso más profundo sobre la soberanía y la independencia.

«Nuestro pueblo está muriendo en este sistema, en estas instituciones. Cambiar la fecha no va a cambiar eso», dijo House, dejando claro que las luchas más profundas van más allá de una celebración de un día.

El mensaje de soberanía e independencia fue reiterado por George Coe, otro descendiente de los fundadores de la Embajada de la Carpa, quien expresó: “Nuestras familias han estado viniendo aquí por generaciones, no queremos que nuestros hijos tengan que seguir viniendo a estas marchas para seguir teniendo las mismas conversaciones”.

La larga lucha por la justicia

La jornada también estuvo marcada por el testimonio de aquellos que han estado luchando durante décadas por la justicia para los pueblos originarios. Monica Kelly, hermana de Lewis “Buddy” Kelly, un joven aborigen que murió en 1983, recordó la lucha interminable por obtener justicia para su hermano. “41 años es mucho tiempo sin justicia”, dijo Kelly, quien mostró su frustración por la falta de avances en la investigación de la muerte de su hermano a pesar de los esfuerzos por reabrir el caso.

En Queensland, donde las temperaturas alcanzaron niveles extremos, la indignación contra las decisiones del nuevo gobierno del Partido Liberal Nacional (LNP) fue un tema recurrente. Sam Watson, organizador de la manifestación, mencionó que la derogación de la ley “Camino al Tratado” y la ley de “Verdad y Reconciliación” por parte del gobierno estatal fue uno de los motivos para salir a las calles.

Además, el proyecto de ley de delitos, que según Watson afectará de manera desproporcionada a los niños indígenas, es otra fuente de preocupación para la comunidad.

Un futuro incierto y la llamada al tratado

En Melbourne, un auditorio lleno aclamó con entusiasmo a Indi Clarke, miembro de la Asamblea de los Pueblos Originarios de Victoria, cuando anunció que 2025 sería el “año del tratado”. La declaración fue recibida con una ovación prolongada, simbolizando el creciente apoyo a la idea de un acuerdo formal entre los pueblos indígenas y el gobierno australiano.

Por otro lado, el comisionado del tratado de Nueva Gales del Sur, Dr. Todd Fernando, también se dirigió a la multitud, subrayando que Australia es el último país del Commonwealth que aún no ha firmado un tratado con sus pueblos originarios, lo que resalta la urgencia de esta demanda.

La influencia internacional y el futuro del Movimiento

En la manifestación de Sydney, los asistentes ondeaban banderas de los pueblos indígenas australianos, así como de los pueblos maoríes de Nueva Zelanda y de Palestina, mostrando un sólido sentimiento de solidaridad internacional. El mensaje fue claro: la lucha por los derechos y la autonomía de los pueblos originarios no es solo una causa local, sino parte de una lucha global por la justicia y la autodeterminación.

Prof. Gary Foley, activista y historiador de 75 años, quien ha estado involucrado en estas protestas desde su juventud, advirtió a los presentes que el mayor obstáculo para un futuro mejor es el “racismo anglo-australiano nacido del miedo y la ignorancia” sobre la historia de la resistencia indígena.

Foley también mencionó el desafío que representa la política global en la actualidad, señalando que los jóvenes australianos están llamados a enfrentar un mundo mucho más difícil que el que él vivió en su juventud, con la sombra de líderes como Donald Trump que amplifican las tensiones raciales y políticas.

El camino por delante

El Día de la Invasión o Día de la Supervivencia fue una jornada de protesta, pero también de reflexión sobre el futuro. Los pueblos indígenas de Australia no solo exigen un reconocimiento por las injusticias pasadas, sino también un cambio estructural profundo que les devuelva el control sobre su tierra, su cultura y su futuro.

A medida que se acerca la elección federal de mayo, el futuro de los derechos indígenas y el posible cambio de gobierno se convierte en un tema central de conversación, y la demanda de un tratado sigue siendo uno de los pilares de la lucha por la justicia.

Aunque los ecos del referéndum fallido sobre el «Voice to Parliament» siguen resonando, la movilización de este año refleja una comunidad que avanza con un mensaje claro: es hora de que el gobierno australiano reconozca la soberanía indígena y comience un verdadero proceso de reconciliación que vaya más allá de las fechas y de los discursos vacíos.

Crédito fotográfico: Marie Claire Australia


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