THE LATIN VOX (23 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Azerbaiyán, país designado como anfitrión de la próxima cumbre climática COP29, se enfrenta a críticas tras la revelación de un nuevo informe que indica una importante expansión de la producción de gas fósil en la próxima década. Esta situación plantea serias dudas sobre la capacidad del país para liderar conversaciones efectivas sobre el cambio climático, ya que los autores del informe advierten que aquellos con intereses económicos en mantener la dependencia de los combustibles fósiles no deberían supervisar negociaciones tan cruciales.
Una expansión controvertida
El informe, que se ha hecho público en exclusiva, detalla cómo Azerbaiyán planea aumentar significativamente su producción de gas fósil en los próximos años. Esta decisión es preocupante, considerando que el mundo se encuentra en una encrucijada crítica en la lucha contra el cambio climático. Los científicos y activistas han subrayado la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de transitar hacia fuentes de energía más sostenibles.
El gas fósil, aunque considerado por algunos como una opción “más limpia” en comparación con el carbón, sigue siendo un combustible que contribuye al calentamiento global. La expansión de su producción contradice los compromisos internacionales de reducción de emisiones y puede socavar los esfuerzos globales para limitar el calentamiento a 1.5 grados Celsius, tal como se establece en el Acuerdo de París.
Críticas a la legitimidad del liderazgo
Los autores del informe no solo cuestionan la expansión del gas fósil en Azerbaiyán, sino que también critican la legitimidad del país como anfitrión de la COP29. Argumentan que las negociaciones climáticas deben ser dirigidas por aquellos que realmente buscan una transición hacia energías limpias, y no por aquellos que se benefician de la continuidad de la dependencia de los combustibles fósiles. Esta situación pone de relieve la necesidad de una gobernanza transparente y responsable en los procesos climáticos.
La presión internacional
La comunidad internacional está observando de cerca cómo Azerbaiyán manejará su papel en la COP29. Activistas y organizaciones ambientales han instado a que se tomen medidas concretas para asegurar que las negociaciones no sean dominadas por intereses petroleros y gasísticos. La presión está aumentando para que se establezcan estándares más altos de responsabilidad en la conducción de las cumbres climáticas.
A medida que el mundo se enfrenta a las consecuencias del cambio climático, desde fenómenos meteorológicos extremos hasta crisis de recursos, la necesidad de una acción decidida y eficaz se vuelve más urgente. La COP29 tiene el potencial de ser un hito en la lucha contra el cambio climático, pero solo si se lleva a cabo con un enfoque claro hacia la sostenibilidad.
Conclusión
La expansión del gas fósil en Azerbaiyán plantea serias preguntas sobre el liderazgo del país en la COP29. Si se desea un futuro donde la dependencia de los combustibles fósiles sea reemplazada por energías renovables, es imperativo que las negociaciones climáticas sean guiadas por quienes realmente estén comprometidos con este cambio. La comunidad global debe presionar para que la próxima cumbre climática se centre en soluciones innovadoras y sostenibles, en lugar de perpetuar un modelo energético obsoleto.
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