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THE LATIN VOX (30 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El Banco de Canadá ha decidido reducir su tasa de interés en 25 puntos básicos, dejándola en el 3%, como respuesta a la creciente incertidumbre económica generada por las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 25% a todas las importaciones canadienses.
Esta medida, anunciada el miércoles, fue acompañada por una advertencia del gobernador del banco central, Tiff Macklem, quien reconoció que la política monetaria tiene un alcance limitado frente a los efectos de un posible conflicto comercial prolongado entre ambos países.
Macklem afirmó que, si bien la reducción de tasas puede proporcionar cierta estabilidad económica, no existe una herramienta monetaria capaz de contrarrestar completamente las consecuencias de una guerra comercial a gran escala.
«La política monetaria no puede contrarrestar los efectos económicos de un conflicto comercial prolongado», dijo Macklem. «La realidad es que la economía va a trabajar de manera menos eficiente. Canadá producirá menos y ganará menos. La política monetaria no puede cambiar eso.»
Incertidumbre ante el futuro económico
La incertidumbre sobre la duración y el alcance de las tarifas sigue siendo un desafío significativo. A pesar de que las políticas monetarias no pueden ofrecer una solución completa, Macklem espera que la economía canadiense pueda adaptarse gradualmente.
Con la inflación regresando al objetivo del 2%, el Banco de Canadá se considera en una mejor posición para proporcionar estabilidad económica, aunque con limitaciones evidentes. «Con solo una herramienta —nuestra tasa de interés— no podemos luchar simultáneamente contra una menor producción y una inflación más alta», agregó.
El presidente Donald Trump ha dejado claro que las tarifas podrían entrar en vigor tan pronto como el 1 de febrero, lo que aumenta la presión sobre las autoridades canadienses para encontrar formas de mitigar los daños potenciales.
Los aranceles, además de elevar los costos de los productos importados, podrían desencadenar un aumento generalizado de la inflación, afectando tanto a los consumidores como a las empresas canadienses.
Estrategia de cautela ante la tormenta comercial
A pesar de las dificultades, el economista jefe de BMO, Doug Porter, indicó que el Banco de Canadá está monitoreando de cerca la situación y no se espera una reacción inmediata ante el inicio de una guerra comercial. «Hoy, la decisión puede verse como una forma de prepararse para una posible tormenta comercial», explicó Porter.
«Los próximos pasos claramente dependerán de cómo evolucione el conflicto comercial; sospechamos que, aunque el banco inicialmente responda con cautela, eventualmente se verá obligado a recortar mucho más de lo que el mercado anticipa.»
La decisión del Banco de Canadá de reducir las tasas de interés también marca una desaceleración en el ritmo de los recortes. Después de reducir la tasa en medio punto porcentual en octubre y diciembre debido a una inflación que rondaba el objetivo del 2%, esta nueva reducción es más moderada.
Sin embargo, el mercado sigue anticipando más recortes en el futuro, especialmente si el conflicto comercial entre Canadá y EE. UU. se intensifica.
El impacto de los aranceles en las pequeñas empresas
La incertidumbre también afecta a las pequeñas empresas canadienses, que se enfrentan a la posibilidad de ver incrementados los costos de producción debido a las aranceles impuestos por EE. UU. Simon Gaudreault, economista jefe de la Federación Canadiense de Negocios Independientes, señaló que la cautela del Banco de Canadá refleja la alta incertidumbre que se vive actualmente. «Esto refleja la incertidumbre extremadamente alta que están viendo», dijo Gaudreault.
Además, Tu Nguyen, economista de RSM Canadá, explicó que si las tarifas se implementan y Canadá responde con medidas similares, el Banco de Canadá enfrentará un desafío considerable. «Los aranceles podrían aumentar los precios, lo que llevaría a un aumento de tasas de interés, pero la demanda agregada se debilitaría, lo que podría llevar a recortes de tasas», señaló Nguyen.
Perspectivas inciertas
En medio de esta incertidumbre económica, las autoridades canadienses se enfrentan a un panorama complejo, con un conflicto comercial que podría afectar la producción, el empleo y el bienestar de los ciudadanos. Mientras tanto, el Banco de Canadá continúa evaluando la situación y ajustando su política monetaria para mitigar los efectos negativos, aunque reconoce que sus herramientas son limitadas ante la magnitud del reto.
A medida que el 1 de febrero se acerca, con la amenaza de la imposición de tarifas por parte de EE. UU., Canadá se encuentra en una encrucijada económica, buscando un equilibrio entre el control de la inflación y el impacto de las políticas comerciales de su vecino del sur.
Crédito fotográfico: Reuters