En un giro inesperado en la política de Bangladés, la líder de la oposición Khaleda Zia ha sido liberada de su arresto domiciliario. La noticia llega apenas un día después de que su rival de larga data, la ex primera ministra Sheikh Hasina, renunciara y huyera del país en medio de una creciente presión política y protestas masivas.
Khaleda Zia, de 78 años, quien ha sido una figura central en la política de Bangladés durante décadas, fue liberada por orden del presidente Mohammed Shahabuddin. Zia, quien lidera el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP), había sido condenada en 2018 por un caso de corrupción y sentenciada a 17 años de prisión. Sin embargo, debido a su deteriorada salud, fue trasladada a un hospital un año después y posteriormente puesta bajo arresto domiciliario.
La liberación de Zia se produce en un momento de gran agitación política en Bangladés. Sheikh Hasina, de 76 años, quien había gobernado el país durante 15 años, se vio obligada a dimitir y huir del país después de que manifestantes, liderados por un movimiento estudiantil, tomaran las calles exigiendo su renuncia. La situación se intensificó cuando el jefe del ejército, el general Waker-Uz-Zaman, se reunió con líderes estudiantiles para discutir la formación de un gobierno interino que se espera organice elecciones en un futuro próximo.
La rivalidad entre Zia y Hasina, conocida como la “Batalla de las Begums”, ha dominado la política de Bangladés desde la década de 1990. Ambas mujeres heredaron los movimientos políticos de sus esposos asesinados y han alternado en el poder desde entonces. Zia se convirtió en la primera mujer primera ministra de Bangladés en 1991, y su mandato estuvo marcado por esfuerzos para mejorar la educación y atraer inversiones extranjeras, aunque también estuvo plagado de acusaciones de corrupción.
La liberación de Zia ha sido recibida con alivio por sus seguidores y familiares, quienes han estado esperando ansiosamente noticias sobre su estado. Entre los liberados también se encuentra el activista opositor y abogado Ahmad Bin Quasem, hijo del exlíder de Jamaat-e-Islami, Mir Quasem Ali, quien fue ejecutado en 2016.
Mientras tanto, la asociación de policías de Bangladés ha emitido una disculpa por las acciones contra “estudiantes inocentes” durante la represión de las protestas y ha exigido la liberación de sus oficiales encarcelados. En una declaración, la asociación afirmó que sus oficiales se vieron “obligados a abrir fuego” y que han sido retratados como los “villanos” de la situación.
La situación en Bangladés sigue siendo tensa, con el país esperando la formación de un gobierno interino y la convocatoria de nuevas elecciones. La liberación de Khaleda Zia marca un nuevo capítulo en la tumultuosa historia política del país, y su futuro político sigue siendo incierto mientras se recupera de sus problemas de salud y considera sus próximos pasos.