En medio de una calma inestable, los manifestantes en Bangladesh han emitido una serie de demandas tras días de violencia en las calles. La situación se ha calmado ligeramente después de que el gobierno retrocediera en su decisión sobre las cuotas de contratación para empleos gubernamentales. Sin embargo, los líderes estudiantiles han dejado claro que las manifestaciones continuarán a pesar de la decisión del Tribunal Supremo de reducir el controvertido sistema de cuotas que provocó las protestas.
La represión gubernamental antes del fallo resultó en la muerte de 163 personas, cientos de arrestos y miles de heridos. Los manifestantes han exigido la liberación de los líderes de las protestas, el levantamiento del toque de queda militar y la reapertura de las universidades, que han estado cerradas desde el miércoles. Han dado al gobierno un plazo de 48 horas para cumplir con estas demandas.
Los manifestantes fueron atacados por las fuerzas de seguridad, así como por otros estudiantes que apoyan al partido gobernante, la Liga Awami, la semana pasada cuando lanzaron su llamado contra el sistema de cuotas, que buscaba reservar empleos gubernamentales para los familiares de los veteranos de guerra y otros grupos. Aunque el tribunal ha anulado en gran medida las cuotas, los manifestantes han exigido responsabilidad por la represión, incluida la dimisión de los ministros. También han pedido la formalización rápida del fallo. El ministro de Justicia, Anisul Huq, prometió el domingo que el gobierno implementaría los cambios en la legislación en cuestión de días.
El toque de queda militar que se implementó durante las protestas se relajó durante varias horas el lunes para permitir a las personas comprar productos esenciales. Sin embargo, las conexiones a internet permanecieron cortadas por cuarto día consecutivo en la nación de 170 millones de habitantes. Después de un llamado a un cierre nacional el lunes por parte de los manifestantes, los soldados continuaron patrullando las calles y se estacionaron tanques en las calles de la capital, Dhaka. No se han reportado más muertes ni reuniones a gran escala hasta la tarde, mientras persiste una calma tentativa.
Las protestas se producen en un contexto económico inestable. Aunque la economía de Bangladesh ha crecido desde 2009 durante los cuatro mandatos de la primera ministra Sheikh Hasina, enfrenta grandes desafíos, incluida la inflación y el alto desempleo juvenil. Hasina también ha sido acusada de autoritarismo y violaciones de derechos humanos, cargos que su gobierno ha negado. Las protestas antigubernamentales han presentado el mayor desafío a su gobierno. En medio de las protestas, el gobierno amplió la represión contra los partidos de oposición, con al menos 70 arrestos entre los miembros del Partido Nacionalista de Bangladesh.
El sistema de cuotas de empleos, que anteriormente había sido dejado de lado por el gobierno pero fue revivido por un tribunal el mes pasado, habría dado el 30 por ciento de los empleos gubernamentales a los familiares de aquellos que lucharon en la guerra que ganó la independencia de Pakistán en 1971.