Benjamin Netanyahu pide indulto presidencial en medio de su juicio por corrupción: un giro polémico y divisivo en Israel

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THE LATIN VOX (01 de Diciembre de 2025).- Por Daniela Medina. 

El domingo 30 de noviembre de 2025, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, formalizó ante la oficina oficial del presidente del país, Isaac Herzog, una solicitud de indulto que busca cerrar definitivamente los tres procesos judiciales que lo tienen acusado pero aún sin condena por corrupción, fraude, abuso de confianza y soborno.

En su misiva, Netanyahu no reconoce culpa alguna ni ofrece disculpas. Su argumento sostiene que el prolongado juicio “socava la gobernabilidad, agrava las divisiones sociales y distrae al Estado en un momento de urgencia nacional”, por lo que considera que un indulto beneficiaría al “interés público” y a la estabilidad del país.

Antecedentes: los cargos y la magnitud del proceso

Netanyahu enfrenta desde 2020 en tres causas distintas graves acusaciones vinculadas a lo conocido como los “casos 1.000, 2.000 y 4.000”. Entre los cargos figura la presunta recepción de sobornos regalos costosos, como puros y champán a cambio de favores políticos; el ofrecimiento de beneficios regulatorios para empresas de telecomunicaciones; y un trato preferencial mediático a ciertos periódicos e industrias de medios, a cambio de cobertura favorable.

Desde diciembre de 2024, el juicio se encuentra en curso. Las audiencias han tenido lugar en medio de tensiones constantes, movilizaciones públicas, fuertes divisiones políticas y sociales, y tras una serie de aplazamientos argumentados por el propio Netanyahu aludiendo a compromisos diplomáticos y de seguridad nacional.

Argumentos de Netanyahu: “Interés nacional” y “unidad para el Estado”

La carta de solicitud de indulto, difundida oficialmente, subraya varios puntos:

  • El juicio representa una carga que “desgasta al Estado” y “alimenta divisiones irreparables”.
  • Israel atraviesa “desafíos enormes” seguridad, diplomacia, conflictos regionales y amenazas internas que, según Netanyahu, requieren un liderazgo enfocado, libre de distracciones judiciales.
  • Concluye que, aunque él confía en su inocencia y que el proceso terminará en absolución, la situación actual demanda una “curación nacional”, apelando a la reconciliación y la gobernabilidad.

Reacciones políticas: respaldo y rechazo frontal

La solicitud ha generado una aguda polarización en Israel:

  • Desde su coalición gobernante y aliados más cercanos, el pedido fue celebrado como “valiente” y “necesario”. Dirigentes del partido oficial argumentan que la clemencia serviría para estabilizar al gobierno y retomar la agenda de seguridad y diplomacia.
  • En cambio, líderes de la oposición, juristas y defensores de la democracia han denunciado el indulto como “un atentado contra el Estado de derecho”, un intento de “amnistía preventiva” que sentaría un precedente peligroso. Exigen que cualquier clemencia sea precedida de una confesión de culpa, arrepentimiento genuino y una renuncia política.
  • Organizaciones de la sociedad civil advierten que el rescate político de Netanyahu podría debilitar la independencia judicial, especialmente en un contexto donde el gobierno ya impulsa una polémica reforma al sistema de justicia.

Qué tan probable es que prospere el indulto

El panorama legal y constitucional de Israel deja en claro que la petición de Netanyahu enfrenta elevados obstáculos:

  • Históricamente, los indultos presidenciales en Israel se han concedido solo después de una condena firme. La solicitud pre-convicción es “extraordinaria”, y los expertos consideran que el precedente un caso de la década de 1980 no es comparable porque incluyó confesión de culpa.
  • Para otorgarlo, el presidente Herzog deberá seguir un procedimiento formal, que incluye recopilar opiniones del Ministerio de Justicia, un análisis jurídico profundo y, probablemente, enfrentar presión pública y política.
  • Si la solicitud prospera, el efecto sobre las instituciones israelíes y su sistema de justicia podría ser profundo: muchos analistas advierten sobre una posible erosión de normas democráticas y del principio de igualdad ante la ley.

Contexto más amplio: guerra, seguridad y presión internacional

La petición de indulto llega justo en un momento clave: Israel sigue inmerso en un conflicto regional tras los ataques de 2023 y la guerra en Gaza, y enfrenta crecientes tensiones diplomáticas en Medio Oriente. En ese contexto, Netanyahu sostiene que su liderazgo es esencial para la seguridad nacional.

Al mismo tiempo, defensores de los derechos humanos y aliados internacionales observan con preocupación: muchos temen que una amnistía pueda debilitar la rendición de cuentas, en un país que ya sufre críticas por su política hacia Palestina.

Implicaciones si se concede el indulto

  • Netanyahu quedaría libre de los cargos, y el juicio finalizaría sin sentencia una victoria simbólica y política que le permitiría mantenerse en el poder y competir en las próximas elecciones.
  • Podría reforzar su narrativa de persecución política y de víctima de una “caza de brujas”, lo que fortalecería su apoyo dentro de su base electoral.
  • Pero también podría aumentar la polarización social, provocar protestas masivas y sembrar dudas sobre la credibilidad del sistema judicial; muchos considerarían que el perdón equivale a impunidad.
  • Además, abriría un debate crítico sobre la independencia judicial en Israel, el equilibrio de poderes y el riesgo de que los líderes políticos escapen a la justicia por presión política.

La solicitud de indulto presentada por Benjamin Netanyahu marca un momento decisivo en la historia política y judicial de Israel. Es un movimiento estratégico: busca terminar un proceso que lo ha acompañado durante años, recuperar gobernabilidad, y enfocarse en una agenda nacional de seguridad y diplomacia. Pero también representa un desafío profundo a los principios de justicia, transparencia y separación de poderes.

El país, y buena parte de la comunidad internacional, observa hoy con atención: lo que decida el presidente Isaac Herzog podría definir no solo el destino político de un primer ministro, sino la salud democrática de todo un Estado.

Fuente: globalnews.ca

Foto: Google fotos


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