El presidente Joe Biden expresó su arrepentimiento por haber utilizado la palabra “ilegal” durante su discurso del Estado de la Unión para describir al sospechoso del asesinato de Laken Riley, una estudiante de enfermería de Georgia. Mientras tanto, su rival casi seguro para las elecciones de 2024, Donald Trump, culpó a Biden por la muerte de Riley durante un mitin al que asistió la familia de la estudiante.
En una entrevista con MSNBC, Biden reconoció que debería haber usado el término “indocumentado” en lugar de “ilegal”. Aunque esta palabra fue común en el pasado, hoy en día es menos utilizada, especialmente entre los demócratas que han abrazado más plenamente los derechos de los inmigrantes durante la presidencia de Trump.
La muerte de Laken Riley se ha convertido en un grito de guerra para los republicanos, quienes argumentan que refleja la gestión de la administración Biden en la frontera entre Estados Unidos y México, en medio de un aumento récord de inmigrantes que ingresan al país. Un inmigrante de Venezuela, que entró ilegalmente en Estados Unidos, ha sido arrestado y acusado de su asesinato.
Mientras Biden se encontraba en Atlanta, donde se reunió con pequeños empresarios y celebró un mitin de campaña, Trump estaba en Roma, Georgia, donde se espera que critique a Biden por su manejo de la frontera y por haber pronunciado incorrectamente el nombre de Riley durante el discurso del Estado de la Unión. Según extractos de su discurso, Trump diría: “Lo que Joe Biden ha hecho en nuestra frontera es un crimen contra la humanidad”.
Este caso no solo es un enfrentamiento legal, sino también un ejemplo de cómo las redes sociales pueden afectar la percepción pública y la justicia en casos de alto perfil.