El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo el jueves que está “profundamente preocupado” por las afirmaciones del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de que China ha detenido arbitrariamente a dos ciudadanos canadienses y los ha sometido a un “juicio secreto y sin garantías”. Blinken pidió una investigación independiente y transparente sobre el caso y la liberación inmediata de los dos detenidos.
Blinken hizo estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Marc Garneau, tras una reunión bilateral en Washington. Blinken dijo que EE.UU. apoya firmemente a Canadá en su esfuerzo por defender a sus ciudadanos y sus intereses frente a las “acciones coercitivas” de China.
Los dos ciudadanos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, fueron detenidos por China en diciembre de 2018, poco después de que Canadá arrestara a la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, a petición de EE.UU. China acusa a Kovrig y Spavor de espionaje y subversión, cargos que ambos niegan. Los dos han estado recluidos en condiciones duras y sin acceso consular regular.
Trudeau dijo el miércoles que China ha celebrado juicios “secretos y sin garantías” contra Kovrig y Spavor y que no ha compartido los veredictos con Canadá. Trudeau calificó la situación de “inaceptable” y dijo que Canadá seguirá presionando a China para que libere a los dos hombres.
Blinken dijo que comparte la “indignación” de Trudeau y que EE.UU. seguirá trabajando con Canadá y otros aliados para hacer frente al “comportamiento desestabilizador” de China. Blinken dijo que China debe respetar el estado de derecho, los derechos humanos y las normas internacionales.
Garneau agradeció a Blinken su apoyo y dijo que Canadá está “muy preocupado” por el bienestar de Kovrig y Spavor. Garneau dijo que Canadá seguirá defendiendo su soberanía y sus valores frente a las presiones de China.
El caso de Meng Wanzhou sigue pendiente en los tribunales canadienses, donde se decide si se concede o no su extradición a EE.UU., donde se enfrenta a cargos de fraude bancario relacionados con las sanciones contra Irán. Meng Wanzhou niega los cargos y dice que es víctima de una persecución política.