
THE LATIN VOX (30 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El impacto de las tensiones comerciales entre Canadá y Estados Unidos se ha dejado sentir en la industria de los licores, especialmente en las ventas de marcas emblemáticas como Jack Daniel’s y Woodford Reserve.
Brown-Forman, la compañía matriz de estas marcas, reportó una disminución de 62% en las ventas de sus productos en Canadá durante el último trimestre fiscal en comparación con el mismo periodo del año pasado, debido a un boicot impulsado por la disputa comercial entre ambos países.
La disputa comenzó en marzo cuando el presidente estadounidense Donald Trump impuso aranceles a los productos canadienses, lo que provocó una respuesta en varias provincias canadienses que decidieron retirar los licores estadounidenses de las estanterías de las tiendas.
Aunque las provincias de Alberta y Saskatchewan levantaron posteriormente la prohibición, la medida sigue afectando seriamente las ventas de bebidas alcohólicas producidas en EE.UU.
El impacto del boicot en las ventas
Durante una conferencia con inversionistas, Leanne Cunningham, directora financiera de Brown-Forman, explicó que, aunque el boicot canadiense no ha sido el único factor en las dificultades financieras de la compañía, su impacto ha sido «significativo». «Aunque hemos estado alentados por las recientes discusiones, los productos de licores estadounidenses han estado fuera de las estanterías en Canadá durante meses», afirmó Cunningham.
La ejecutiva también mencionó que esta situación tuvo un impacto considerable en los resultados del primer trimestre del ejercicio fiscal 2026 y que podría afectar el desempeño del año completo.
A pesar de que la caída en ventas del 62% en Canadá es alarmante, la empresa también reportó una disminución general del 3% en las ventas totales para el trimestre.
Lawson Whiting, director ejecutivo de la empresa, agregó que la disputa comercial ha creado «vientos en contra significativos» para sus operaciones, afectando especialmente a las marcas producidas en EE.UU.
Las consecuencias del boicot para la industria de licores en Canadá
El boicot ha tenido repercusiones mucho más allá de Brown-Forman. La industria canadiense de licores también se ha visto afectada, ya que muchos minoristas canadienses han tenido que recurrir a la acumulación de existencias de licores estadounidenses, lo que ha incrementado la presión sobre los precios y reducido los ingresos tanto para las empresas como para las provincias.
En Nueva Escocia, por ejemplo, se almacenaron más de 587,000 unidades de productos de licores estadounidenses propiedad de la Corporación de Licores de Nueva Escocia, la agencia estatal encargada de la venta de alcohol.
Un mercado clave para los licores estadounidenses
Canadá es, de hecho, un mercado crucial para las exportaciones de licores de EE.UU.
Según el Distilled Spirits Council of the United States, Canadá fue el segundo mercado más grande para los licores estadounidenses en 2024.
La organización celebró la decisión del primer ministro Mark Carney de eliminar los aranceles retaliatorios sobre los productos estadounidenses, incluidos los licores, pero con una condición: «Este es un signo positivo, pero hasta que todas las provincias canadienses devuelvan los licores estadounidenses a sus estanterías, el impacto no será significativo», señaló en un comunicado reciente.
El Consejo destacó que la decisión de retirar los licores estadounidenses de las tiendas canadienses no solo ha perjudicado a los destiladores de EE.UU., sino que también ha reducido innecesariamente los ingresos de las provincias y ha generado cargas adicionales para los consumidores y las empresas de hostelería canadienses.
El futuro de las relaciones comerciales
Aunque el levantamiento de los aranceles por parte de Canadá es un paso hacia la resolución de la disputa, el impacto en las ventas de licores sigue siendo profundo. A medida que las provincias canadienses decidan restablecer los productos estadounidenses en sus estanterías, el mercado puede comenzar a recuperarse, pero las consecuencias del boicot seguirán siendo sentidas durante algún tiempo.
El caso de Brown-Forman y su marca más icónica, Jack Daniel’s, pone de manifiesto cómo las decisiones políticas pueden afectar a industrias globales, especialmente cuando se trata de mercados clave como el canadiense. Mientras tanto, los consumidores canadienses continúan enfrentando las consecuencias de un conflicto comercial que afecta tanto a la oferta como a la economía local.
En un escenario donde las relaciones comerciales entre dos de los países más importantes de América del Norte continúan fluctuando, la industria de los licores podría ser solo una de las muchas que se vean atrapadas en el cruce de los vientos políticos.
Fuente: CBC News
Crédito fotográfico: Business Insider