Bolivia inicia una nueva era tras la segunda vuelta presidencial: victoria de Rodrigo Paz Pereira y final del dominio del Movimiento al Socialismo

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THE LATIN VOX (19 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina. 

Con un resultado que marca un viraje histórico, Bolivia celebró el domingo 19 de octubre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el centrista Rodrigo Paz Pereira se impuso con aproximadamente 54,5% de los votos frente al 45,5% que obtuvo su rival Jorge “Tuto” Quiroga, según los primeros cómputos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Este resultado pone fin a casi dos décadas seguidas de gobiernos liderados por el Movimiento al Socialismo (MAS), y abre un período de transformaciones significativas tanto en lo doméstico como en la política exterior boliviana.

Antecedentes del proceso electoral

Las elecciones presidenciales de 2025 habían comenzado con una primera vuelta el 17 de agosto, en la que ningún candidato alcanzó la mayoría necesaria para evitar el balotaje. Rodrigo Paz se perfiló como el candidato de sorpresa, mientras que el MAS sufrió una caída histórica.

En esta segunda vuelta, el contexto político estaba teñido por una profunda crisis económica inflación elevada, escasez de divisas y combustible, así como por el desgaste institucional del MAS y una demanda ciudadana de renovación.

El perfil de los contendientes

Rodrigo Paz Pereira: Senador por Tarija, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, su campaña se enmarcó en un discurso de “capitalismo para todos” que promete combinar inversión privada, fortalecimiento institucional y continuidad de ciertos programas sociales, sin rupturas radicales.

Jorge “Tuto” Quiroga: Expresidente de Bolivia (2001-2002) y veterano de la política boliviana, llegó a esta segunda ronda como candidato conservador por la alianza Libre. Su propuesta incluía reformas estructurales mayor participación privada, modernización del Estado y acuerdos con organismos internacionales.

Resultados y distribución geográfica del voto

Según los resultados preliminares, Rodrigo Paz obtuvo el triunfo en seis de los nueve departamentos del país, entre ellos La Paz, Cochabamba y Potosí, mientras que Quiroga gobernó en Santa Cruz, Beni y Pando.

La participación se estimó muy alta, como es habitual en Bolivia donde el voto es obligatorio. El presidente del TSE afirmó que la tendencia parecía irreversible.

Qué implica este cambio para Bolivia

  1. Fin de la hegemonía del MAS
    Tras casi 20 años en el poder, el MAS queda relegado al papel de fuerza opositora, debilitado. Este cambio refuerza una transición política que podría permitir nuevos equilibrios democráticos.
  2. Nueva estrategia económica y apertura
    El triunfo de Paz supone un giro hacia políticas más orientadas al mercado, sin abandonar completamente la protección social. Su promesa de descentralización del presupuesto, estímulo a las pequeñas empresas y modernización institucional apunta a redefinir el modelo boliviano.
  3. Relaciones internacionales en revisión
    Bolivia buscaría estrechar vínculos con Estados Unidos y otros países, así como atraer inversión externa en sectores clave como gas, litio y energía. La política exterior del MAS, con un perfil más nacionalista y alejado de ciertos bloques, podría experimentar ajustes.
  4. Desafíos estructurales inmediatos
    El nuevo presidente enfrentará retos enormes: inflación, escasez de dólares, déficit fiscal, déficits en servicio público y divergencias regionales profundas. Gobernar sin mayoría legislativa absoluta también exigirá capacidad de negociación y alianzas.

Retos y riesgos del nuevo gobierno

  • Gobernabilidad: Aunque Paz tiene ventaja electoral, su partido no cuenta con una mayoría automática en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Lograr gobernabilidad implicará pactos, acuerdos y concesiones políticas.
  • Expectativas ciudadanas: Tras años de promesas incumplidas, los ciudadanos esperan resultados concretos mejora de servicios, reducción de pobreza, mayor empleo, lo que aumenta la presión política desde el inicio.
  • Equilibrio entre cambio y estabilidad: Paz deberá navegar entre la necesidad de reformas y el riesgo de generar descontento social si los cambios son abruptos o mal gestionados.
  • División regional y cultural: Bolivia se encuentra marcada por contrastes geográficos, étnicos y económicos (Altiplano, Amazonía, oriente), lo que exigirá liderazgo inclusivo y políticas adaptadas a cada territorio.

La elección del 19 de octubre de 2025 representa para Bolivia más que un cambio de gobierno: significa un nuevo ciclo histórico. Con Rodrigo Paz al mando, el país parece listo para redefinir su rumbo político, económico y social. Sin embargo, el éxito de este nuevo momento dependerá de la capacidad del presidente electo y su equipo para transformar la victoria electoral en transformación real.

En Bolivia, como en tantos otros países, ganar la elección es solo el inicio del desafío. La verdadera pregunta será: ¿cómo gobernar con eficacia, con inclusión y con resultados visibles para una población que exige cambios?

Fuente: elpais.com

Foto: www.lanacion.com.ar


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