THE LATIN VOX (2 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La situación en Bolivia se ha intensificado dramáticamente tras la toma de unos 20 soldados como rehenes por parte de los partidarios del ex-presidente Evo Morales. Este incidente ocurrió en una guarnición del central Chapare, marcando un punto álgido en el enfrentamiento entre los seguidores de Morales y el estado boliviano.
Los simpatizantes de Morales, quien fue el primer líder indígena del país, han estado bloqueando carreteras durante casi tres semanas para evitar su arresto. Morales enfrenta acusaciones de violación, las cuales él califica de “falsas” y como un intento de frenar su regreso político. Un funcionario militar que pidió permanecer en el anonimato confirmó que alrededor de 20 soldados fueron tomados como rehenes, mientras que un video difundido por medios bolivianos mostraba a 16 soldados rodeados por manifestantes que sostenían palos.
En el video, un hombre uniformado afirmó: “El Regimiento Cacique Maraza ha sido tomado por activistas de Tipnis. Han cortado nuestro agua, electricidad y nos mantienen como rehenes”. Tipnis es un bastión indígena y un lugar de fuerte apoyo para Morales.
A pesar de que no puede postularse nuevamente a la presidencia, Morales busca desafiar a su exaliado y actual rival, el presidente Luis Arce, por la nominación del partido de izquierda MAS en las elecciones presidenciales de agosto de 2025. La tensión ha aumentado después de que Morales liderara una marcha de miles de indígenas hacia La Paz, lo que llevó a la fiscalía a anunciar su investigación por cargos de violación y trata de personas relacionados con una supuesta relación con una menor en 2015.
El presidente Arce ha exigido el levantamiento inmediato de los bloqueos de carreteras, advirtiendo que el gobierno “ejercerá sus poderes constitucionales para salvaguardar los intereses del pueblo boliviano” si los manifestantes no cumplen. Su advertencia ha sido interpretada por algunos como una amenaza de uso militar para poner fin a las protestas, que han causado escasez de alimentos y combustible, elevando los precios de los bienes básicos.
La región del Chapare ha sido escenario de recientes acusaciones de un intento de asesinato contra Morales, quien asegura que fue víctima de agentes del estado. En un video que compartió en redes sociales, se le ve viajando en una camioneta con orificios de bala, indicando que la policía disparó tras recibir fuego de su convoy en un control destinado a combatir el narcotráfico en una de las principales áreas de cultivo de coca del país.
Morales, un excocalero que gozó de gran popularidad, perdió el apoyo tras intentar eludir la constitución para buscar un cuarto mandato. Su movimiento de protesta, que inicialmente exigía el fin de lo que denominaban “persecución judicial”, se ha convertido en un amplio levantamiento anti-gubernamental con llamados a la renuncia de Arce.
Las Fuerzas Armadas de Bolivia declararon el viernes que “grupos armados irregulares” habían “secuestrado personal militar” y habían incautado armas y municiones en la región del Chapare. La creciente tensión y violencia en Bolivia plantea serias interrogantes sobre el futuro político del país y el estado de la democracia en la nación andina.
Crédito fotográfico: AFP