Brampton, una ciudad situada en la región metropolitana de Toronto, ha experimentado un aumento del alquiler más rápido que cualquier otra ciudad de Canadá en el último año, según un informe de la empresa de alquiler en línea PadMapper.
El informe, publicado el martes, muestra que el alquiler medio de un apartamento de una habitación en Brampton se situó en 1.900 dólares canadienses (unos 1.500 dólares estadounidenses) en septiembre, lo que supone un incremento del 25,8 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. El alquiler medio de un apartamento de dos habitaciones también subió un 17,6 por ciento, hasta los 2.300 dólares canadienses (unos 1.800 dólares estadounidenses).
Estas cifras sitúan a Brampton como la cuarta ciudad más cara para alquilar en Canadá, solo por detrás de Vancouver, Toronto y Burnaby. Además, el aumento del alquiler en Brampton supera con creces el promedio nacional, que fue del 8,7 por ciento para los apartamentos de una habitación y del 7,6 por ciento para los de dos habitaciones.
¿Qué explica este fenómeno? Según los expertos, hay varios factores que contribuyen a la escalada de los precios del alquiler en Brampton. Uno de ellos es la escasez de oferta, ya que la ciudad no ha construido suficientes viviendas para satisfacer la demanda de una población que crece rápidamente. Según el censo de 2016, Brampton tiene una población de casi 600.000 habitantes, lo que la convierte en la novena ciudad más grande de Canadá y en la tercera más grande de Ontario.
Otro factor es la proximidad de Brampton a Toronto, la ciudad más grande y más cara de Canadá. Muchos trabajadores que no pueden permitirse vivir en Toronto optan por mudarse a Brampton, que está a unos 40 kilómetros de distancia y tiene una buena conexión por transporte público. Esto genera una mayor competencia por el alquiler y presiona al alza los precios.
Además, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el mercado del alquiler en Canadá. Por un lado, ha provocado una caída de la demanda y de los precios en las grandes ciudades como Toronto y Vancouver, donde muchos inquilinos han abandonado sus apartamentos debido al teletrabajo, la pérdida de empleo o el regreso a sus lugares de origen. Por otro lado, ha impulsado un aumento de la demanda y de los precios en las ciudades más pequeñas y suburbanas como Brampton, donde muchos inquilinos buscan más espacio y más asequibilidad.
Ante esta situación, algunos grupos defensores de los derechos de los inquilinos han pedido al gobierno que tome medidas para proteger a los arrendatarios y garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible. Entre las medidas propuestas se encuentran la imposición de un control de alquileres más estricto, la ampliación de los subsidios al alquiler y la construcción de más viviendas sociales y asequibles.