La cantante, compositora y activista canadiense Buffy Sainte-Marie ha defendido su identidad indígena ante las críticas y los cuestionamientos que ha recibido a lo largo de su carrera. En una entrevista, Sainte-Marie afirmó que ella es una mujer criolla de la nación Cree, nacida en la reserva Piapot, en Saskatchewan.
Sainte-Marie, de 82 años, es una de las artistas indígenas más reconocidas y premiadas del mundo, con una trayectoria de más de seis décadas en la música, el cine, la televisión y la educación. Ha sido galardonada con un Óscar, un Globo de Oro, cuatro premios Juno, un premio Polaris y un premio de la Academia Canadiense de las Artes y las Ciencias de la Grabación.
Sin embargo, su éxito no ha estado exento de controversias y dificultades. Sainte-Marie ha denunciado que fue víctima de la censura y el boicot por parte del gobierno estadounidense durante la guerra de Vietnam, debido a sus canciones de protesta y su apoyo a los movimientos indígenas. También ha enfrentado el racismo, el sexismo y la discriminación en la industria musical y en la sociedad en general.
Una de las críticas que más le ha dolido a Sainte-Marie es la que pone en duda su origen indígena, basándose en su aspecto físico, su adopción por una familia blanca o su falta de conocimiento de su lengua materna. Algunos de sus detractores han llegado a acusarla de apropiarse de la cultura indígena o de inventarse su historia.
Sainte-Marie ha rechazado estas acusaciones con firmeza y ha reivindicado su derecho a definir su propia identidad. “Esta es mi vida. No es una fantasía. No es una mentira. No es una moda. No es algo que me inventé para vender discos”, dijo la artista.
Asimismo, Sainte-Marie ha explicado que su adopción fue parte de un programa del gobierno canadiense que buscaba asimilar a los niños indígenas en la sociedad blanca, separándolos de sus familias y comunidades de origen. Este programa, conocido como el “Proyecto 60”, fue una de las formas de genocidio cultural que sufrieron los pueblos indígenas de Canadá.
Sainte-Marie ha dedicado gran parte de su vida a recuperar sus raíces y a reconectarse con su familia biológica, a la que conoció cuando tenía 26 años. También ha aprendido a hablar el idioma Cree y ha participado en diversas iniciativas para preservar y promover la cultura y los derechos de los pueblos indígenas.
Sainte-Marie ha expresado su orgullo por su herencia indígena y su esperanza por el futuro de las nuevas generaciones. “Soy una mujer indígena. Soy una mujer criolla. Soy una mujer Cree. Y estoy muy feliz de serlo”, declaró.