
THE LATIN VOX (26 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Las tensiones en la frontera entre Camboya y Tailandia han estallado en uno de los conflictos más graves en más de una década, dejando al menos 32 muertos y desplazando a decenas de miles de personas en ambos países.
En medio de la escalada bélica que ya cumple tres días consecutivos, Camboya ha exigido un “alto al fuego inmediato e incondicional”, informó su embajador ante las Naciones Unidas tras una reunión de emergencia en Nueva York.
Los enfrentamientos comenzaron el jueves pasado, desencadenados por una disputa territorial que data de más de un siglo y que se ha avivado en los últimos meses. Las fuerzas militares de ambos países se han enfrentado con artillería pesada y ataques aéreos, provocando una crisis humanitaria en la zona fronteriza.
Víctimas y desplazados
Según reportes oficiales, Tailandia ha sufrido la pérdida de 19 personas, entre ellas 13 civiles y seis soldados, y reporta decenas de heridos. Camboya ha contabilizado 13 muertos, incluidos cinco soldados y ocho civiles. Más de 138,000 personas han sido evacuadas de las zonas fronterizas tailandesas, buscando refugio en templos, escuelas y centros comunitarios.
Por su parte, Camboya informó que más de 23,000 personas abandonaron sus hogares por la violencia.
Acusaciones cruzadas y negociaciones en marcha
Tras la escalada, ambos países se acusan mutuamente de iniciar las hostilidades. Camboya denunció que Tailandia lanzó cinco proyectiles de artillería pesada contra la provincia de Pursat, mientras que Tailandia afirma que Camboya atacó su territorio en la provincia de Trat, logrando repeler lo que denomina una “incursión”.
El embajador tailandés ante la ONU, Cherdchai Chaivaivid, pidió a Camboya que detenga “inmediatamente todas las hostilidades y actos de agresión” y retome el diálogo “de buena fe”. Por su parte, el representante camboyano Chhea Keo insistió en la necesidad de un alto al fuego “sin condiciones” y una solución pacífica al conflicto.
Malaysia, como presidente del bloque regional ASEAN, ofreció su mediación para poner fin al enfrentamiento. Estados Unidos y China también expresaron su preocupación por la violencia y la inestabilidad en la región.
Una disputa histórica con nuevo agravante político
La disputa territorial entre Camboya y Tailandia tiene raíces en mapas coloniales del siglo XIX y ha provocado incidentes armados intermitentes, el más reciente entre 2008 y 2011, con al menos 28 muertos y miles desplazados.
El conflicto actual se ha visto agravado por una disputa personal entre los padres de los primeros ministros de ambos países: Hun Sen de Camboya y Thaksin Shinawatra de Tailandia.
Ambos exlíderes, que alguna vez fueron amigos cercanos, ahora protagonizan una amarga pelea pública en redes sociales con acusaciones y amenazas.
Sin embargo, Thaksin negó que esta rivalidad familiar haya causado los enfrentamientos y calificó las acciones de Camboya como “atroces”, asegurando que las operaciones tailandesas siguieron protocolos estrictos y se dirigieron únicamente a objetivos militares.
Un futuro incierto
El primer ministro interino tailandés, Phumtham Wechayachai, advirtió que si la situación se intensifica podría “desarrollarse en una guerra”. Por ahora, aseguró que las fuerzas del país actúan para “proteger nuestra tierra y la soberanía nacional”.
Con la región en alerta, el llamado de Camboya a un alto al fuego inmediato y la disposición de Tailandia a negociar representan un rayo de esperanza en medio de una crisis que amenaza con desestabilizar el sudeste asiático.
La comunidad internacional, a la espera de resultados concretos, urge a ambas naciones a retomar el diálogo y buscar una solución pacífica duradera.
Crédito fotográfico: RTE