
THE LATIN VOX (14 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Con el otoño acercándose, el gobierno liberal de Canadá ha lanzado una advertencia clara: el próximo presupuesto federal requerirá “decisiones difíciles”. Lo ha dicho el líder del gobierno en la Cámara de los Comunes, en declaraciones públicas que anticipan ajustes, prioridades revisadas y posibles recortes en ciertas áreas del gasto público, todo en un contexto de crecientes compromisos internacionales, presiones fiscales e incertidumbre económica.
Estas palabras confirman lo que muchos analistas vienen anticipando desde hace meses: un giro hacia la contención del gasto, aunque el gobierno afirma que intentará mantener protección para programas y sectores sensibles como salud, educación y transferencias sociales. Las tensiones políticas, la necesidad de cumplir compromisos de defensa, lidiar con las relaciones comerciales especialmente con Estados Unidos, y responder a demandas ciudadanas crecientes están definiendo un escenario de finanzas públicas apretado.
Qué se sabe hasta ahora: advertencias, fuentes y afirmaciones públicas
- El líder del gobierno en la Cámara de los Comunes ha señalado en varias intervenciones que el gobierno enfrenta una encrucijada fiscal: los compromisos internacionales (como el objetivo de gasto en defensa fijado por la OTAN), los costos inherentes del comercio internacional, tarifas, renovación de infraestructura, y las crecientes expectativas en servicios sociales imponen presiones enormes.
- Se hace énfasis en que el presupuesto de otoño no solo debe gastar, sino gastar bien: maximizar eficiencia, evitar despilfarros, priorizar inversiones con retorno social o económico concreto.
- El gobierno también ha sido criticado por la falta de claridad en algunos de sus benchmarks fiscales, lo que dificulta que el Parlamento, los organismos independientes y la opinión pública evalúen si las metas de déficit, endeudamiento o gasto se están cumpliendo.
- Hay un reconocimiento de que algunos programas tendrán que ajustarse, y posiblemente ciertas áreas del gobierno federal sufran recortes operativos o reasignaciones presupuestarias, aunque no se ha precisado cuáles.
Contexto económico y político que hace estas decisiones necesarias
Para entender por qué el gobierno está en esta posición, es necesario tener en cuenta varios factores que están tensando el presupuesto y forzando a tomar decisiones complejas:
- Compromisos de defensa y seguridad
Canadá ha prometido alcanzar el 2 % del PIB en gasto militar en el marco de compromisos de la OTAN antes de lo planeado, lo que implica desembolsos muy elevados. (Este compromiso, adelantado por el primer ministro Mark Carney, intensifica la presión sobre el resto del presupuesto). - Relaciones comerciales y aranceles
Las tensiones comerciales, especialmente con Estados Unidos, los aranceles de carácter recíproco, repercuten en las exportaciones, en los ingresos fiscales y en los costos de algunos bienes para los consumidores canadienses. Esto genera incertidumbre tanto en ingresos como en gastos (por ejemplo, subsidios, incentivos, medidas compensatorias). - Déficit, deuda y límites fiscales
El gobierno hereda déficits acumulados, compromisos ya asumidos, costos fijos crecientes (servicios públicos, salud, pensiones, infraestructura), y una expectativa pública de que ciertos servicios fundamentales no se recorten. Al mismo tiempo, hay llamados de organismos como el Parliamentary Budget Officer (oficina parlamentaria encargada de vigilar las finanzas públicas) para que se definan claramente los criterios fiscales, se separen gastos operativos de gastos de inversión, y se asegure sostenibilidad. - Demanda ciudadana por servicios sociales y costo de vida
Ciudadanos exigen que los programas de salud, apoyo social, vivienda, educación, no se vean afectados. Al mismo tiempo, hay sensibilidad política al aumento de precios, de tarifas, del endeudamiento, lo que hace que recortes o redistribuciones de presupuestos estratégicos sean políticamente riesgosos.
Escenarios posibles: ¿qué elecciones están sobre la mesa?
El gobierno podría adoptar varias rutas, cada una con implicaciones distintas:
| Opción | Ventajas potenciales | Riesgos o costos |
|---|---|---|
| Priorizar gasto en defensa e infraestructura | Cumplir compromisos internacionales, estimular crecimiento económico basado en inversión pública, generar empleo. | Puede reducir fondos para programas sociales, aumentar insatisfacción ciudadana, presión sobre la deuda y déficit si no se recorta en otros lados. |
| Austeridad moderada + eficiencia administrativa | Mejor control del gasto, credibilidad en los mercados y ante la ciudadanía, posibilidad de liberar recursos para salud, educación, etc. | Riesgo de recortar servicios o capacidad del gobierno de responder a necesidades emergentes, posibles despidos o reducción de empleo público, críticas políticas. |
| Protección de servicios sociales básicos + recortes en otros sectores | Mitigar impacto en los más vulnerables, mantener apoyo político en sectores sensibles; es menos impopular si se hace con claridad. | Puede resultar insuficiente para equilibrar finanzas; correr la línea de lo que se considera “inevitable” ajustar, lo cual puede generar tensiones internas dentro del partido. |
| Reformas estructurales de largo plazo (fiscal, eficiencia, digitalización) | Mejoras duraderas, menor gasto innecesario, mayor transparencia, mayor resiliencia económica. | Beneficios difusos en el corto plazo, requieren inversiones previas, resistencia institucional, riesgo político si resultados no se ven pronto. |
Qué áreas se verían más afectadas
Aunque no se han hecho anuncios oficiales específicos sobre qué programas van a sufrir ajustes, las fuentes públicas y los análisis apuntan a ciertas áreas que podrían estar bajo presión:
- Funcionarios federales y gasto operativo: reducción de personal, optimización de procesos, eliminación de duplicidades.
- Infraestructura no prioritaria: proyectos más pequeños o menos urgentes podrían retrasarse.
- Transferencias federales menos focalizadas: programas con menos visibilidad política o impacto inmediato podrían enfrentar recortes.
- Incentivos fiscales o programas de subsidios: posibles recortes o rediseños de incentivos para ciertos sectores para liberar recursos.
- Gastos corrientes vs inversión: se espera que haya una separación más clara en el presupuesto entre lo que se considera gasto operacional recurrente y lo que es inversión (capital), para tener una mejor trazabilidad financiera.
Posibles reacciones políticas y sociales
La aproximación del presupuesto y las advertencias soliviantan ya debates públicos y tensiones políticas:
- Oposición política aprovechará cualquier recorte como crítica, alegando que podrían afectar servicios básicos o que el gobierno “romperá promesas”.
- Medios y opinión pública estarán muy atentos a quiénes sufren los ajustes y cómo se comunica la necesidad de recortar o reasignar. La transparencia será clave para no erosionar la confianza.
- Grupos comunitarios, ONG y defensores sociales podrían presionar para que se protejan los derechos de los más vulnerables, salud, inmigración, vivienda.
- Inversionistas y mercados estarán pendientes de señales de responsabilidad fiscal, de riesgo de incremento de déficit o deuda, y de credibilidad ante compromisos internacionales (como con la OTAN) que Canadá ha asumido.
Comparativa internacional
Canadá no está solo enfrentando este dilema: muchos países desarrollados están en una coyuntura similar:
- Gobiernos han prometido incrementos en gasto militar o en infraestructura para estimular la economía, al mismo tiempo que enfrentan déficits crecientes, inflación persistente, aumento del costo de la deuda.
- Algunos gobiernos optan por presupuestos de austeridad selectiva, mientras otros apuestan por reformas fiscales (impuestos sobre capital, ajustes al sistema tributario, medidas de eficiencia operativa).
- La presión internacional (de organismos financieros, calificaciones de deuda, mercados financieros) suele favorecer medidas fiscales responsables, aunque suelen generar costo político interno.
Lo que sigue: los próximos pasos hasta el presupuesto
Estos son los hitos próximos que serán clave:
- Presentación de los benchmarks fiscales claros: definiciones públicas de qué se considera gasto operativo, gasto de capital, cuáles son metas de déficit, deuda relativa al PIB, etc.
- Consultas internas de gabinete: reuniones con diferentes carteras (ministerios), comunidades federales, provincias, grupos sectoriales (salud, educación, defensa) para calibrar prioridades.
- Documento de actualización económica/fiscal: antes del presupuesto, muchas veces se publica un informe que informe al público y Parlamento sobre estado actual de ingresos, proyecciones económicas, riesgos.
- Presupuesto formal de otoño: fecha oficial de presentación, anuncios de nuevas medidas, posibles recortes, reasignaciones. Se espera que sea uno de los presupuestos más complejos en años recientes.
Canadá se encuentra en un punto de inflexión financiera: el liderazgo del Partido Liberal ha reconocido públicamente que no es sustentable seguir con las políticas de gasto sin ajustes si se quieren cumplir compromisos internacionales, mantener estabilidad fiscal y responder a la ciudadanía.
Las advertencias previas al presupuesto de otoño marcan la voluntad del gobierno de hacer ajustes sensibles —aunque el grado y el alcance de esos cambios aún no están clarificados—. La capacidad del gobierno para balancear eficiencia, protección social, credibilidad internacional y aceptación política determinará si el presupuesto puede tener éxito sin generar fuertes sacudidas.
En un escenario de economías globales tensas, inflación persistente, aranceles y compromisos de defensa crecientes, las decisiones que Canadá tome ahora no sólo afectarán la política doméstica, sino también su posición internacional, su capacidad de recuperación económica y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Fuente: www.ctvnews.ca
Foto: /www.ndtv.com