El gobierno de Canadá anunció el 16 de enero de 2024 que financiará 34 proyectos para remover botes abandonados, naufragados o peligrosos de las aguas canadienses. Estos proyectos se realizarán en colaboración con las comunidades costeras, las organizaciones indígenas y las autoridades locales.
Los botes abandonados son una amenaza para el medio ambiente, la seguridad y la economía de Canadá. Pueden contaminar el agua con sustancias tóxicas, dañar los hábitats marinos, obstaculizar la navegación y afectar el turismo y la pesca. Según el ministro de Transporte, Omar Alghabra, hay más de 600 botes abandonados en las costas canadienses que necesitan ser removidos.
El gobierno de Canadá ha destinado 1,6 millones de dólares canadienses para apoyar estos proyectos, que se enmarcan en el Programa de Remoción de Botes Abandonados. Este programa forma parte de la Estrategia Nacional de Prevención y Remoción de Botes Abandonados, lanzada en 2017 para abordar el problema de los botes abandonados en el país.
Los proyectos se llevarán a cabo en diferentes regiones de Canadá, como Columbia Británica, Quebec, Nueva Escocia, Terranova y Labrador, y Nunavut. Algunos ejemplos de los proyectos son:
La remoción de 51 botes abandonados en la isla de Vancouver, en colaboración con la organización Coastal Restoration Society.
La remoción de 21 botes abandonados en el río Richelieu, en colaboración con la municipalidad regional de condado de Pierre-De Saurel.
La remoción de 18 botes abandonados en el lago Ontario, en colaboración con la organización Boating Ontario Association.
La remoción de 10 botes abandonados en la bahía de Conception, en colaboración con la organización Smallwood Crescent Community Centre.
La remoción de 6 botes abandonados en el estrecho de Hudson, en colaboración con la organización Inuit Qaujimajatuqangit Society.
El gobierno de Canadá espera que estos proyectos contribuyan a proteger el medio ambiente marino, mejorar la seguridad de la navegación y apoyar el desarrollo económico de las comunidades costeras. Además, el gobierno de Canadá insta a los propietarios de botes a ser responsables y a cumplir con las normas de registro, mantenimiento y disposición de sus embarcaciones.