Canadá ha revelado su nuevo plan de inmigración para el año 2024, que tiene como objetivo atraer a más de 1,2 millones de personas al país en los próximos tres años. El ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marco Mendicino, presentó el plan el pasado martes, destacando la importancia de la inmigración para la recuperación económica y social de Canadá tras la pandemia de COVID-19.
Según el plan, Canadá espera recibir a 401.000 nuevos residentes permanentes en 2024, 411.000 en 2025 y 421.000 en 2026. Estas cifras superan el objetivo anterior de 351.000 para el 2021. El plan también incluye un aumento de las admisiones de refugiados y de los programas humanitarios y de reunificación familiar.
Mendicino dijo que el plan se basa en tres pilares: acoger a más trabajadores cualificados y semicualificados que contribuyan al crecimiento económico del país, apoyar a las comunidades francófonas y bilingües fuera de Quebec y facilitar la integración y la inclusión de los recién llegados.
El ministro afirmó que Canadá necesita la inmigración para hacer frente al envejecimiento de la población y a la escasez de mano de obra en algunos sectores. Además, señaló que los inmigrantes han desempeñado un papel esencial durante la crisis sanitaria, trabajando en primera línea como médicos, enfermeros, cuidadores y trabajadores esenciales.
El plan también reconoce los desafíos que ha supuesto la pandemia para el sistema de inmigración, que ha visto reducidas las admisiones de nuevos residentes permanentes en un 46% en el primer semestre del 2020. Por ello, el plan prevé medidas para agilizar los procesos, digitalizar los servicios y adaptarse a las restricciones de viaje.
El nuevo plan de inmigración ha recibido el apoyo de varios grupos empresariales, sociales y académicos, que lo consideran una señal positiva para el futuro del país. Sin embargo, también han advertido que se necesitan más recursos e inversiones para garantizar una acogida e integración exitosas de los inmigrantes.