Canadá bajo presión: Las repercusiones de la nueva política de Trump en el norte

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THE LATIN VOX (28 de febrero del 2025).- Por Kael Ponce de leon Garcia.

La relación entre Canadá y Estados Unidos ha sido históricamente estrecha, con un comercio bilateral que supera los 700 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, la reciente imposición de aranceles por parte de la administración Trump ha generado una tensión sin precedentes entre ambos países.

El presidente Donald Trump, en su segundo mandato, ha implementado aranceles del 25% sobre una amplia gama de productos canadienses, incluyendo automóviles y piezas de automóviles, y del 10% sobre el petróleo y el gas natural. Esta medida, que entró en vigor el pasado martes, ha sido respondida con reciprocidad por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien anunció aranceles equivalentes sobre productos estadounidenses por un valor de 30 mil millones de dólares.

El impacto económico de estos aranceles es significativo. Canadá envía el 76% de sus exportaciones a Estados Unidos, y el Banco de Canadá ha estimado que los aranceles podrían reducir el PIB del país en un 2,4% durante el primer año de su implementación. Esta situación ha despertado un sentimiento de patriotismo entre los consumidores canadienses, quienes han sido invitados por Trudeau a optar por productos y servicios nacionales en la medida de lo posible.

La tensión no se limita al ámbito económico. Trump ha culpado a Canadá de la migración ilegal y el tráfico de drogas a través de la frontera norte, a pesar de que Ottawa aprobó un plan de 1.300 millones de dólares canadienses para reforzar la seguridad fronteriza en diciembre. Incluso, Trump ha llegado a bromear sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en el «51º estado» de Estados Unidos, una idea que ha sido ampliamente condenada por políticos y economistas canadienses.

La retórica de Trump ha sido vista como una táctica para presionar a Canadá a cumplir con los términos del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), que entró en vigor en 2020. Sin embargo, la estrategia ha generado una respuesta de unidad en Canadá, donde líderes políticos y ciudadanos han expresado su rechazo a las amenazas de anexión y a los aranceles impuestos. Maxime Bernier, líder del Partido Popular de Canadá, ha sugerido que la solución a los problemas comerciales pasa por elegir un primer ministro que comparta las ideologías de patriotismo y seguridad fronteriza.

La situación ha llevado a algunos analistas a especular sobre cómo podría Canadá enfrentarse a Trump. Mientras que algunos ven la retórica del presidente estadounidense como una bravuconada, otros advierten que la disputa comercial podría tener un impacto duradero en las relaciones bilaterales. La posibilidad de una guerra comercial prolongada preocupa a ambos lados de la frontera, ya que podría afectar no solo el comercio, sino también la cooperación en otros ámbitos como la seguridad y el medio ambiente.

En resumen, la nueva administración Trump ha puesto a prueba la relación entre Canadá y Estados Unidos con la imposición de aranceles y una retórica agresiva. La respuesta canadiense ha sido firme, con medidas recíprocas y un llamado al patriotismo económico. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones bilaterales persiste, y ambos países deberán navegar cuidadosamente para evitar un daño irreparable a su histórica alianza.


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