
THE LATIN VOX (8 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
Un alto mando de la Fuerza Aérea canadiense declaró públicamente que Canadá “ha estado preparándose durante años” para integrarse al sistema de defensa aérea conocido como Golden Dome, promovido por Estados Unidos. Las declaraciones reabren el debate sobre soberanía, costos y riesgos estratégicos de alinearse con una infraestructura militar liderada por Washington.
Aunque el gobierno canadiense no ha hecho anuncios decisivos, ya se sabía que Ottawa consideraba invertir en el proyecto de 175 mil millones de dólares propuesto por el presidente Trump. Carney lo confirmó en mayo pasado, afirmando que Canadá “está analizando participaciones, y eso ha sido discutido a alto nivel”.
¿Qué es Golden Dome y por qué Canadá lo mira con interés?
Golden Dome es un plan ambicioso de defensa antimisiles que pretende combinar sistemas terrestres, navales y nuevos interceptores espaciales para detectar y neutralizar misiles en múltiples fases antes del lanzamiento, durante el vuelo intermedio y en la reentrada.
El proyecto, aún en etapa de propuesta, forma parte de la estrategia de EE. UU. para reforzar su capacidad defensiva frente a amenazas emergentes de potencias como Rusia y China. Canadá ya coopera con EE. UU. en el marco del NORAD el comando conjunto de defensa aeroespacial y Golden Dome sería una expansión significativa de esa colaboración.
Donald Trump ha dicho que Canadá podría unirse de forma gratuita si aceptara ceder parte de su soberanía hacerse “estado 51” aunque rechazó esa condición. En caso de mantener su independencia, la participación costaría unos 61 mil millones de dólares canadienses según declaraciones de Trump.
Lo que reveló el general: “preparación durante años”
El general canadiense, cuya identidad no fue citada directamente en el reporte referenciado, aseguró que Canadá lleva años “preparando el terreno” para entrar al sistema Golden Dome. Esta afirmación implica que hay esfuerzos tácticos, de infraestructura y doctrinales ya en marcha, para asegurar que el país pueda integrarse sin contratiempos logísticos o tecnológicos.
Esto podría incluir:
- Modernización de radares y sensores canadienses para ser compatibles con la red Golden Dome.
- Ajustes en protocolos de mando y control para interoperar con sistemas estadounidenses.
- Capacitación de personal militar en nuevos estándares de defensa espacial y misiles hipersónicos.
- Revisión de marcos legales, tratados y acuerdos bilaterales para permitir el uso de territorio canadiense en misiones conjuntas.
No obstante, la falta de detalle en las declaraciones deja muchas dudas sobre el grado real de avance de esos preparativos.
Tensiones y críticas: soberanía, costos y riesgos
Soberanía nacional bajo la lupa
El tema que genera mayor polémica es la posible erosión de la soberanía: integrar un sistema militar que opera espacialmente y bajo mando estadounidense podría implicar que Ottawa ceda control sobre partes clave de su defensa. Muchos críticos advierten que lo que se vende como colaboración podría devenir subordinación.
Carga presupuestaria monumental
Golden Dome es un proyecto colosal. Aunque Carney ha sido prudente al no revelar cifras concretas para Canadá, expertos estiman que su participación exigirá inversiones multimillonarias que forzarían recortes en otras áreas sociales. El costo total del proyecto se proyecta en decenas o cientos de miles de millones de dólares a nivel continental
Riesgos técnicos y estratégicos
- La tecnología espacial e interceptora planteada para Golden Dome aún está en desarrollo y su efectividad frente a armas modernas no puede garantizarse.
- En escenarios de conflicto, Canadá podría verse arrastrada a enfrentar amenazas o represalias estratégicas como parte del sistema conjunto.
- Conflictos diplomáticos podrían surgir si las decisiones de interceptación afectan objetivos en territorio canadiense o impactan a países aliados.
Escenarios futuros: entre la cooperación y la resistencia
- Participación plena condicionada
Canadá podría integrarse al proyecto bajo ciertas condiciones: control compartido, cláusulas de revisión periódica y salvaguardas para su autonomía. - Compromiso limitado a ciertos componentes
En lugar de sumarse a todo el sistema, Ottawa podría aportar solo en radar o sensores terrestres, pero no en la parte espacial o interceptora. - Rechazo o retroceso bajo presión interna
Movimientos sociales, debates parlamentarios o cuestionamientos legales podrían llevar al gobierno a retractarse de adhesión completa. - Propuesta de alternativa canadiense o multilateral
En lugar de depender exclusivamente del modelo estadounidense, Canadá podría promover una iniciativa de defensa norteamericana compartida con enfoque más equitativo.
Conclusión: Canadá en la encrucijada estratégica
Las declaraciones del general canadiense sobre los preparativos para Golden Dome confirman que Ottawa no está observando desde la orilla, sino que probablemente se está moviendo hacia dentro del nuevo paradigma de defensa espacial y multirriesgo. Pero ese movimiento no está exento de riesgos: soberanía, gasto público, decisiones estratégicas y legitimidad diplomática emergen como los temas clave que definirán si Canadá mantiene autonomía o se convierte en un satélite militar de EE. UU.
Fuente: www.theglobeandmail.com
Foto: www.chathamhouse.org