THE LATIN VOX (23 de noviembre de 2025).- Por Daniela Medina.
En un momento de reapertura diplomática, Canadá e India han acordado relanzar las negociaciones para un ambicioso acuerdo comercial tras años de tensión. El primer ministro canadiense, Mark Carney, y su homólogo indio, Narendra Modi, pusieron en marcha un nuevo capítulo en sus relaciones bilaterales durante una reunión al margen de la cumbre del G20.
Un restablecimiento estratégico
El anuncio se hizo oficial después de que ambos líderes se reunieran en Johannesburgo durante la cumbre del G20. Según fuentes del gobierno de la India, los dos países acordaron oficialmente iniciar negociaciones para un Acuerdo Integral de Asociación Económica (CEPA, por sus siglas en inglés), con una ambición declarada: duplicar el comercio bilateral hacia USD 50 000 millones para 2030.
Este impulso llega en un momento clave para Canadá, que bajo el liderazgo de Carney busca diversificar su comercio más allá del mercado estadounidense Por su parte, India ve esta iniciativa como una manera de fortalecer sus lazos comerciales con un socio desarrolladísimo pero con gran potencial de expansión, especialmente en bienes, servicios, inversiones y tecnologías emergentes.
Dimensiones del acuerdo
De acuerdo con las autoridades indias y canadienses, las negociaciones de este CEPA no se limitarán a los bienes tradicionales. El acuerdo propuesto incluiría:
- Bienes y mercancías
- Servicios, como financieros y tecnológicos
- Inversiones bilaterales
- Agricultura, un sector relevante para Canadá que podría exportar productos específicos a un mercado indio en crecimiento
- Comercio digital, aprovechando el auge tecnológico y la transformación digital que ambas naciones buscan impulsar
- Movilidad laboral, probablemente para facilitar el intercambio de talento y profesionales entre los dos países
- Desarrollo sostenible, con mecanismos para financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente
Además, ambas partes han manifestado interés en incluir áreas estratégicas como la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes dentro de la negociación, lo que podría dar al tratado una dimensión moderna y de largo plazo.
Reforzamiento diplomático y cooperación estratégica
El restablecimiento de las negociaciones ocurre junto a una normalización más amplia de las relaciones diplomáticas entre Canadá e India. Durante la cumbre del G7, Carney y Modi acordaron reponer a sus comisionados diplomáticos (“high commissioners”) en Ottawa y Nueva Delhi, restaurando así los canales oficiales de comunicación y cooperación que habían estado congelados en los últimos años.
Este paso es simbólicamente importante: representa un compromiso renovado de ambos países para dejar atrás las tensiones que han marcado su relación. Entre esos roces previos figura la acusación de Ottawa de que agentes vinculados a India podrían estar involucrados en el asesinato de un activista sikh en Canadá, un tema que ha provocado fuertes fricciones diplomáticas.
Además, en sus conversaciones en Johannesburgo, Carney y Modi acordaron una cooperación más profunda en defensa y espacio, lo que subraya que el nuevo pacto comercial no es meramente económico, sino también estratégico. Se prevé que ambas naciones colaboren en tecnologías críticas, exploración espacial, energía y cadenas de suministro, en particular bajo la recién anunciada Asociación de Tecnología e Innovación Australia-Canadá-India (ACITI).
Otro punto clave: las partes reafirmaron su cooperación en el ámbito nuclear civil, incluyendo discusiones sobre un suministro de uranio a largo plazo, lo que podría convertirse en un pilar importante de su alianza energética y tecnológica.
Riesgos y desafíos
Aunque el reinicio de las negociaciones es ampliamente visto como un gran paso adelante, no está exento de retos:
- Historial de negociaciones anteriores
Las conversaciones para un CEPA entre Canadá e India ya se iniciaron hace más de una década, en torno a 2010, pero se estancaron en varias ocasiones. Esto sugiere que lograr un acuerdo sustancial requerirá superar obstáculos estructurales y diferenciales en términos de regulación, estándares y expectativas. - Tensiones políticas previas
La relación bilateral estuvo marcada por acusaciones graves. La reapertura diplomática requiere manejar con cuidado la memoria política y las demandas de diferentes comunidades —incluyendo la diáspora india en Canadá— para que el nuevo pacto no se perciba únicamente como un gesto pragmático, sino como una reconciliación genuina. - Complexidad técnica
Un acuerdo que englobe bienes, servicios, inversiones, tecnologías y desarrollo sostenible será técnicamente muy complejo. Negociar mecanismos de resolución de disputas, protección de inversiones y cláusulas laborales exigirá años de trabajo técnico. - Intereses divergentes
Si bien India y Canadá comparten la aspiración de aumentar el comercio, sus prioridades pueden diferir: India podría querer proteger ciertos sectores nacionales (como agricultura o manufactura), mientras que Canadá podría presionar por acceso a mercado para recursos naturales, tecnologías y servicios. - Presión internacional
Este acuerdo también debe entenderse en el contexto más amplio de la geopolítica: Canadá busca reducir su dependencia del mercado estadounidense, mientras que India desea consolidar su puesto como actor clave en cadenas globales. Las dinámicas con otros socios (por ejemplo, China, Estados Unidos, Australia) podrían influir en el ritmo y la profundidad del pacto.
Implicaciones globales
El relanzamiento del CEPA entre Canadá e India no solo es importante bilateralmente, sino que tiene repercusiones globales:
- Diversificación del comercio canadiense: Si tiene éxito, el tratado puede ser una pieza clave en la estrategia de Ottawa para diversificar sus exportaciones más allá de Estados Unidos, aumentando su competitividad en mercados emergentes.
- Fortalecimiento de cadenas tecnológicas: La cooperación en IA, energía, minerales críticos y espacio podría posicionar a Canadá e India como socios estratégicos en innovación y desarrollo tecnológico a nivel mundial.
- Modelo para otros acuerdos: Un CEPA exitoso puede servir como modelo para que Canadá firme pactos similares con otras potencias emergentes, reforzando su papel en la economía global.
- Diplomacia post-crisis: Este acuerdo representa un ejemplo de cómo dos países pueden superar rupturas diplomáticas políticas profundas para reconstruir una relación basada en intereses comunes, algo especialmente relevante en un mundo cada vez más multipolar.
El relanzamiento de las negociaciones comerciales entre Canadá e India, impulsado por Mark Carney y Narendra Modi, marca un momento histórico. No se trata solo de reactivar un viejo tema, sino de forjar un nuevo tipo de alianza estratégica, que combina comercio, tecnología, inversión y diplomacia. Si este esfuerzo culmina en un CEPA ambicioso, podría transformar las perspectivas económicas de ambos países y fortalecer su papel como actores relevantes en la economía global del siglo XXI.
No obstante, el camino estará lleno de desafíos técnicos, políticos y diplomáticos. La clave estará en traducir la voluntad política de sus líderes en un acuerdo sólido, equilibrado y sostenible. En los próximos meses, los principales ojos estarán puestos en las negociaciones, en cómo ambos gobiernos establecen los mecanismos de implementación y en qué tan rápido pueden convertir un marco ambicioso en beneficios concretos para empresas y ciudadanos.
Fuente:www.cbc.ca
Foto: www.cbc.ca